41. Instinto.

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.: Lissa :.

Mire a Adrian teclear los números, que pensamos haber descubiertos, y luego retrocedió. La pantalla roja del aparato parpadeo varias veces y luego, finalmente, se volvió verde. El color celeste de la puerta desaprecio. Celebramos un poco y luego quitamos las bisagras echando la puerta abajo.

Al ser derribada la puerta vimos a los dhampir mirándonos sorprendidos, al luz los cegó un poco, pero luego nos sonrieron. Muchos se abrazaron, principalmente tres parejitas. Yo me sorprendí al ver a Dimitri allí.

– Gran rescate – Dijo Christian con sarcasmo.

– ¿Cómo escaparon? – Pregunto Dimitri levantando una ceja.

Me acerque a Dimitri, sin resistir el impulso ni nada y lo abracé con fuerza.

– ¡Rose está viva! – Dije emocionada. Él me miró sorprendido, incrédulo.

– ¿E- enserio? – Preguntó perplejo, un destello de esperanza brillaba en sus ojos. Saber que ella estaba viva realmente era la mejor noticia que teníamos en muchos días, dado que la guerra solo nos había traído males. Realmente habíamos pensado que Rose estaba muerta y que de la nada apareciera, y en un rescate, era lo mejor de todo.

– Sí – Me separé y miré a la madre de Rose – Ella nos saco de allí

– Y trajo alimentos – Dijo Jill abriendo la mochila y sacando unas galletas de granola, energéticas y algo de jugos en cajas.

– ¿Cómo ha de estar viva? – Pregunto Janine sorprendida y ansiosa – ¿Dónde está?

– Ahm… ella… – Estuve a punto de responder.

– Ella no vendrá – Me di la vuelta y vi a un Strigoi detrás de mí, en la entrada – Al menos no como tú piensas

– Tú de nuevo – Dimitri dio un paso enfrente – ¿Qué le hiciste a Rose?

– Yo solo le di una elección, de ella dependerá elegir – Sonrió él. Recuerdo haberlo visto en la fiesta de cumpleaños de Rose. Su nombre… ¡Dekker!

– Ustedes están aquí, porque morirán, pronto morirán todos – Sonrió fríamente.

Entro en la sala, cada uno de nosotros se hizo a un lado y dado que no estaba atacando, nuestros guardianes no hicieron movimiento aún. Además de que no había estacas.

– Deberían rendirse, casi mueren de hambre, todos, y no sobrevivirían si los ataco. Pese a que veo que nuestros Moroi han comido algo – Sonrió fríamente dándonos la espalda, mirando por la gran ventana de cristal azulado – Pero puedo darles la opción de sobrevivir, Morois, elijan a quien matar – Nos miró.

– Nunca – Ladró Christian apretando los puños – Ninguno de nosotros nos convertiremos en Strigoi.

– La desesperación es quien toma las decisiones, ¿no? – Sonrió fríamente – Sino me creen, pueden preguntárselo a ella

Me di la vuelta y vi a Rose en la entrada. Los dhampir sonrieron de oreja a oreja al verla allí, de pie, pero yo sentía algo terrible. Un dolor en el alma del vínculo. No lo sentía y no por andar distraída como antes, sino porque no estaba el vínculo o algo estaba sucediendo, algo malo.

Instintos de Dhampir, Rose y DimitriWhere stories live. Discover now