Cita

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No. No, no, no y no. Él no tenía ningún tipo de sentimientos hacia Will Solace. Definitivamente no. No importaba su cabello tan amarillo como el sol, sus ojos tan celestes como el más despejado cielo o sus pecas tan infinitas como las constelaciones o más aun esa sonrisa tan radiante y… ¡Wow! Alto ahí, ¿pero qué cosas tan raras estaba pensando? Pensar esas cosas sobre el hijo de Apolo implicaría tener sentimientos (románticos, aclaremos) que Nico claramente no tenía. Y, además…
Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando sintió como alguien cubría sus ojos con una de sus manos. Supo de quien se trataba antes de que siquiera dijera palabra gracias a las estúpidas mariposas esqueléticas en su estómago.
- ¿Quién sooooy? –preguntó la voz cantarina de Will Solace.
- Mmmm…no lo sé. ¿José Pérez? –Will rió, luego retiró su mano (Nico pensaba que la risa del rubio era música para sus oídos) y se sentó al lado del pelinegro. Estaban en la parte más alejada de la playa, recostados sobre uno de los pocos árboles que ahí se encontraban.
- ¿Quién tártaros es José Pérez? –preguntó el rubio mientras lo miraba con una de sus sonrisas. Él también sonrío, aunque apenas.
- No lo sé. Solo lo dije por decir –y ambos volvieron a reír.
Quedaron en silencio durante los siguientes minutos. Pero no era uno incomodo, honestamente, cada vez que estaban solo ellos dos y se quedaban callados jamás era incomodo, más bien relajante, ambos sabían que no había necesidad de rellenar esos espacios sin palabras nerviosas porque si algo había cambiado desde la primera vez que hablaron, era que ambos lograban entenderse más que bien.
Nico aprovechó el momento para observar a Will; se había recostado completamente contra el árbol, el sol bañando su rostro, sus ojos permanecían cerrados y una pequeña pero serena sonrisa acompañaba a sus labios. Lo miro, tratando de memorizar cada rasgo del rubio, cada peca que adornaba su piel media morena, esos labios finos, pero a la vez más gruesos que los suyos, las largas pestañas. Y ese cabello. Tan rubio y brillante con el sol alumbrándolo, casi como si Apolo mismo los estuviera observando y deseara hacer ver a su hijo aún más guapo de lo que ya era. Sus rizos parecían tan suaves que le daban ganas de llevar sus manos a él y comenzar a jugar con ellos. De repente, un pensamiento pasó por su mente. Algo que ya no podía apartar, que ya no podía negar. Estaba completa e irremediablemente enamorado de Will Solace. Y, vaya a saber de dónde, tomó valor y preguntó: -¿Te gustaría tener una cita conmigo?
Will, que permanecía en la misma posición, abrió los ojos con sorpresa mirando directamente al pelinegro. Abrió y cerró la boca un par de veces sin saber que decir, sin saber que en la cabeza de Nico este estaba arrepintiéndose, pensando que su amigo estaba tratando de encontrar la forma más sencilla y amable de rechazarlo. Hasta que Will sonrió.
- Me encantaría.
Y por primera vez en mucho, mucho tiempo, Nico pensó que las cosas en su vida estaban yendo de maravillas. 



Buenoooo, este es el primero de muchos shots, y nada pues, espero que les guste, en serio.
Tal vez sea corto, pero juro que no todos serán así ya que usualmente los escribo de más de 3.000, 4.000 palabras; mínimo 1.500. Soo, hecha esa aclaración, ¡nos vemos!
😚😊

Solangelo One ShotsWhere stories live. Discover now