Somebody to you

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Me encontraba sobre el escenario, incapaz de mirar a las personas acumuladas en ese amplio salón de color blanco, con decoraciones que variaban desde el dorado hasta el gris. No era la primera vez que cantaría en publico, lo he hecho un sinnúmero de veces; pero esta noche, la diferencia recae en que voy a confesarme mediante esta canción a mitad de la velada y en su fiesta de cumpleaños. Luego de meses de pensar en largarme una vez más, decidí que huir como cobarde solo rompería mi corazón ¿y para qué negarlo? Sabía que también el de Will.

Will Solace.

Oh, maldito rubio. Jamás en mi vida me había enamorado. Nunca. Tenía 25 años, y mi corazón siempre había sido mío. Muchas veces me pregunté como es que eso había pasado, si había algo mal conmigo. Porque, verán, cuando no te has enamorado ni una sola vez en tu vida, y tienes tendencias negativas como las mías, sientes que el problema eres tú; que eres incapaz de amar. Sí, estuve en una relación, durante dos años. Ocurrió en quinto año de secundaria, y aunque me gustaba demasiado, nunca llegó a robar mi corazón; y, llegando casi al final de esa etapa de la adolescencia, lo único que mi corazón anhelaba era poder conocer el mundo; recorrer países, conocer culturas nuevas. Y lo hice; luego de ahorrar durante 10 años (porque sí, comencé a los 7), pude escaparme de aquel lugar que me acorraló durante tanto tiempo. Allí donde tuve que aprender a contener la respiración desde el momento en que salía de mi habitación y era seguro que debía enfrentar al mundo y la gente despreciable que en él habitaban (y aún lo hacen).

No es que haya tenido una mala vida... bueno, sí. Mi padre comenzó a aceptar mi homosexualidad hace tan solo un años, luego de haber salido del closet a los 14; mi hermana Bianca, la mayor, lo tomó más o menos bien al igual que Hazel, la menor (quien era nuestra media hermana y vivía con nosotros, ya que su propia madre no la quiso). Honestamente, creo que jamás estuvieron realmente cómodas con la idea de que su hermano saliera con chicos, pero ellas me aceptaron tal cual era, me amaron y me apoyaron en todo lo que podían. Como mi mamá. Claro, hasta el accidente que terminó con su vida cuando yo tenía 16, Bianca 18 y Hazel 15. Mi papá se volvió aún más cerrado de lo que ya era; haciendo que él y yo peleáramos constantemente sobre todo. Especialmente cuando comencé a salir con Matt.

Él y yo crecimos juntos, al lado de mis primos Percy y Tyson Jackson y Jason y Thalia Grace. Teníamos nuestro pequeño grupo de amigos conformados desde chicos con Reyna Ramírez, quien siempre fue mi mejor amiga, y hasta el día de hoy lo es, aunque no nos hayamos visto en los últimos tres años, o el insoportable de Leo Valdez; hasta que años más tarde llegaron los demás, como Frank Zhang, el prometido de mi hermana; o Calipso Belladona, junto a Piper McClean y Annabeth Chase. Ahora novias de Leo, Jason y Percy, respectivamente. El punto es, que yo quería a Matt. De verdad que lo hice. Pero mi deseo de recorrer el mundo, de alejarme de ese lugar en que los malos recuerdos creados por la crueldad de la vida y de las personas así como también de las malas decisiones que tomé, era más grande... más poderoso. Además, Matt quería ir a la universidad, quería trabajar como maestro de arte y formar una familia. Él quería el típico sueño; quería quedarse atascado en lo normal. Pero yo no era así; no quería conformarme solo con eso, no podía. Así que me fui.

Y, honestamente, fue la mejor decisión en toda mi maldita vida. Pues, si no lo hubiera hecho, no estaría hoy aquí. En este escenario, en el cumpleaños número 27 de Will Solace, a punto de cantarle una canción que, no solo será su regalo de cumpleaños como le había prometido, sino también mi forma de decirle lo mucho que lo amo. Y mentiría si dijera que no estaba nervioso, porque mierda que lo estaba.

Una vez que todo estuvo listo, me paré justo detrás del micrófono, con mi guitarra en mano (¿no lo mencioné? Siempre amé la música, por lo que para mi cumpleaños 16, antes de morir, mi mamá me regaló una guitarra).

Solangelo One ShotsWhere stories live. Discover now