Yellow 2/?

1.8K 135 19
                                    

Okeeey, so... le arreglé un par de detalles que no concordaban con la primera parte (por distraída), como lo de su padre/padrastro, el perro (Me había olvidado del pobre Bucky, ioro) y el apellido. Creo que ya es todo, tal vez me haya quedado alguna falta ortográfica.

Habían sido tiempos difíciles; muy difíciles. Luego de que huyeron tuvieron que mantenerse lo más ocultos posibles. Habían sido meses en los que tuvieron que pasar en los bosques, durmiendo en el auto de Nico; a veces pasaban algunas noches en algún motel donde nadie pudiera encontrarlos. La policía estuvo buscándolos a ambos durante al menos dos meses y medio, y otros casi tres meses más antes de que la cosa se calmara. Al año, decidieron irse a Texas, Austin, donde Will vivió hasta los 9 años de edad, cuando su madre decidió darle la razón al alcohólico de su padre (en realidad no era su padre, pero no podía evitar llamarlo así) y se fueron a Nueva York.

Al llegar allí, el rubio quiso ir a ver a su abuela. Obviamente él no iba a simplemente ir y decir “hola”; sabía que ella ya debería estar enterada (como todo el mundo) de lo que hizo y no quería ver su mirada al momento de verse otra vez. Pero como siempre, las cosas nunca salen como él quiere. ¿Por qué? Pues apenas llegaron a la ciudad fueron directo a un hotel, donde pasaron tranquilamente las primeras dos noches; y ya saben lo que dicen: la tercera es la vencida. Y fue justamente esa noche que se aventuraron a salir del precinto y recorrer un poco el centro de la ciudad (dejando a Bucky con comida y agua en la habitación del hotel), que se encontraron con los lobos del territorio, para su mala suerte, parecía estar la manada completa. Fue Will quien los sintió primero debido a su característico olor que los diferenciaba de los humanos comunes y corrientes; a su lado, Nico pudo notar como su novio se puso tenso.

-¿Qué sucede?
-Hay lobos aquí.
-¿Qué? ¿Dónde? –preguntó el pelinegro mirando hacia los costados. El rubio lo tomó de las manos he hizo que lo mirara a los ojos.
-Tranquilo. Lo mejor será volver al hotel antes de que nos noten pero sin llamar mucho la atención. No te preocupes, ¿de acuerdo?

El menor asintió con un movimiento de cabeza antes de besarlo. Rápidamente, pero sin ser demasiado bruscos ni obvios en sus movimientos, ambos dieron la vuelta. No hubiera sido difícil de perderlos debido a la cantidad de gente que caminaban de un lado a otro por la concurrida calle ya que al parecer había un festival esa noche, por lo que los puestos de ventas en  conjunto con el gran escenario al final de la vía hacía que la gente se arremolinara a su alrededor; pero ninguno de los dos tomó en cuenta que alguno de ellos pudiera notarlos tan pronto.

Will apretó la mano de su novio, dándole a entender que los habían visto. El pelinegro estaba por sugerir que enfrentarlos no sería demasiado prudente, pero antes de que lo hiciera vio a unas cuadras delante suyo un gran cartel en letras amarillas con un fondo negro que decía “Starlight”; no tenía idea de lo que era, pero decidió que lo mejor sería apresurarse hacia el local donde estaba seguro los lobos no podrían hacerles daño, aunque pensándolo bien, tampoco podían hacerles daño en medio de la calle, durante un festival poblado de personas, pero aun así Nico no quiso arriesgarse.

El lugar resultó ser un restaurante y estaba casi lleno, así que entraron sin dudar mientras trataban de parecer lo más normales posibles. Se sentaron en una de las mesas del medio a la derecha; un minuto después el mesero se acercó a ellos y les dio la carta con el menú, y justo cuando les explicaba cuál era la especialidad de la casa, las puertas se abrieron dejando ver a un grupo de al menos doce personas, varones y mujeres, ninguno de ellos parecía tener más de 20 años y solo habían dos de ellos que podías notar eran mayores. Pero eso no fue lo que sorprendió a ninguno de los chicos, sino más bien el hombre (¿o chico?) que iba al frente: era alto, y se notaba que su cuerpo estaba bien trabajo sin necesidad de parecer exagerado gracias a la remera roja que se ajustaba a su torso y sus jeans azules desgastados que le quedaban algo apretados, su cabello rubio que ni tan corto ni tan largo caía desordenadamente sobre el lado izquierdo de su cabeza, con unos hermosos ojos celestes como el cielo resaltaban en su bronceada piel más una sonrisa que podía conquistar a cualquiera; el desconocido se parecía terriblemente a Will. Hizo falta de todo su autocontrol para que su corazón no se sobresaltara al ver como el hombre fijaba sus ojos en él y lo examinaba como si pudiera obtener todas las respuestas que quería de esa forma, pero Solace mantuvo su impasible rostro los dos (eternos) segundos que esa extraña observación duró. Volvió su atención al joven a su lado y, con su mejor sonrisa, le pidió muy amablemente que les trajera lo mejor que tenían ya que él y su novio estaban de visita en la ciudad y no querían irse sin antes probar lo mejor de cuanto lugar visitaran. Una vez el mesero se hubo retirado, volteó la vista a su novio que lo veía con una ceja levantada que, en su idioma, eso era algo como “¿se puede saber qué demonios, Solace?”

Solangelo One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora