Will, no.

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Will Solace se caracterizaba por ser alguien paciente, amable y sobre todo pacífico. Pero incluso alguien como el pacífico y encantador hijo de Apolo tenía sus momentos de ira y en esos momentos, era cuando te dabas cuenta de porqué nadie lo molestaba.

Ocurrió muy de repente, mientras él y Nico tenían una cita en los campos de fresas (la parte más alejada para tener un poco de privacidad), cuando un grupo de chicos -más específicamente dos hijos de Ares nuevos, uno que ya llevaba años en el campamento y un hijo de Némesis que también era nuevo- llegaron a su lado. La pareja había decidido llevar sus propios alimentos y una vez terminados fueron a dar un paseo.

Nico Di Angelo no se caracterizaba por ser una persona muy sociable y/o amable pero había excepciones (como por ejemplo: Hazel, Reyna y por supuesto, Will). Sabía que su novio no era exactamente la persona más romántica del mundo, pero siempre se esforzaba en que cada cita sea perfecta, aún así fuera un simple picnic a mitad de la tarde. Pero lo que a Nico más le importaba, eran esos pequeños detalles que su chico tenía con él; el cuidarlo cuando ni siquiera él mismo lo hacía, los pequeños toques en las manos cada vez que el pelinegro estaba nervioso, los regalos espontáneos que recibía, el cantarle para dormir cuando sus pesadillas eran demasiado y todos esos gestos que a vista de los demás no eran nada. También sabía que Will era partidario de esos pequeños gestos, por eso, no dudó en recoger la pequeña flor roja que vio a su lado y entregárselo a su novio, quien la recibió con una gran sonrisa en el rostro.

- Gracias, es muy bonita -dijo alegremente el rubio haciendo sonreír a Nico.
- De nada.
- ¿Sabes? Siempre quise hacer corona de flores, pero nunca aprendí a hacerlas así que ni modo.
- Yo sé -contestó de repente el italiano logrando que su acompañante se detuviera y lo mirara. Antes de que el rubio preguntara algo, él habló primero: Perséfone solía hacerlas muy seguido cuando estaba en el inframundo, no es como si ella me hubiera enseñado pero de tanto verla me aprendí cómo hacerlas. Si querés puedo enseñarte -dijo esto último mirando a su pareja con la cabeza ladeada y en un susurro.
-¡Por supuesto que sí, mi amor!

Nico sólo sonrió tiernamente ante la infantil actitud de su querido novio; había llegado a quererlo tanto que a veces le daba miedo, aunque siempre intentaba quitarse esos pensamientos de encima, sabía que no era bueno para él. Juntaron cuantas flores les permitieron sus manos, y se sentaron debajo de la sombra de un gran roble sin importar si alguien los veía o no, a Di Angelo ya le había dejado de preocupar la opinión ajena; logró aprender que mientras tus amigos y familiares te acepten tal como uno es lo que los demás digan realmente no importa.
Will decidió colocar la flor que Nico le había dado en su oreja, haciendo un hermoso contraste con su brillante pelo amarillo. El hijo de Apolo quedó maravillado con la forma en que su novio realizaba las coronas (A/N: no pienso poner los pasos porque no tengo ni idea de cómo se hacen, sorry 😋), que no se percató del grupo de chicos que se acercaba a ellos.

- Pero vaya, vaya, vaya. Miren lo que tenemos acá -dijo el más grande de ellos, Mark, llamando la atención de ambos semidioses. Nico lo miro con el ceño fruncido y Will simplemente se limitó a mirarlo aburrido; estaba acostumbrado a lidiar con ese tipo de chicos -. Si es la parejita del campamento.
Ninguno de los dos pasó desapercibido el tono en que dijo la palabra "parejita".
- ¿Necesitas algo, Mark? -preguntó Will sin perder la calma.
- ¡Oh! Veo que están jugando con flores, cual niños de 5 años -contestó otro de los chicos, Kenner, ignorando por completo la pregunta del rubio.
- Kenner -advirtió el uno del grupo que no era nuevo. También era un hijo de Ares, pero él se llevaba bien con el rubio y, aunque no tenía trato con Di Angelo, sabía mejor que meterse con él.
- Oh, vamos. Sólo estaba diciendo lo que veo.
- ¿Necesitan algo? -esta vez fue el hijo de Hades quien preguntó.
- Sólo veníamos a ver lo que hacían, pero veo que sólo juegan con flores.
- Exacto. Y estábamos bastante entretenidos, y en mitad de una cita así que si no les molesta... -empezó Will con voz burlona, claramente haciendo enojar al chico; Nico sólo sonrió de lado mientras volvía su atención a las coronas.
- Oh, los tortolitos tenían una cita y por supuesto que incluía flores.
- ¿Disculpa? -preguntó Nico peligrosamente bajo. El rubio a su lado solamente suspiró.
- Ya sabes, lo que son marico... digo, homosexuales.
Esta vez fue el hijo de Némesis, José, quien habló, haciendo enfurecer a Nico. Antes de que el pelinegro pudiera hacer algo, Solace lo tomó suavemente de las muñecas.
- Nico, dejalos. No valen la pena.
- Sí, Nico. Has lo que tu noviecito te dice.
- Espera, acaba de ocurrirseme algo -dijo Kenner a su lado, el otro hijo de Ares.
- ¿Qué cosa?
- Es que... Will siempre está dándole órdenes a Nico. Quien iba a pensar que Di Angelo se dejaría mangonear así. Es un blandengue después de todo.
- Pues déjame mostrarte lo que este blandengue puede hacerte.
- Nico, sólo déjalos. Logan -se dirigió Will hacia el único hijo de Ares que no estaba siendo un idiota-¿me harías el favor de llevarte a los descerebrados de tus hermanos y este otro?
El pelinegro lo miró algo sorprendido por la forma en que habló; Logan y el resto de los chicos también, salvo que éste soltó una gran carcajada. Will no podía evitarlo, él podía ser muy amable y siempre trataba de evitar peleas, pero si había algo que no toleraba era que la gente se burlara de él (o de Nico o de cualquier persona) sólo por ser homosexual. Sólo un par de personas sabían lo mucho que el rubio había sufrido por ese tipo de cosas y si antes no había dejado que se salieran con la suya mucho menos lo haría ahora. 

- Ya escucharon al chico, nos vamos.

- Oh, ni sueñes que vamos a hacer lo que la rubiecita dice.

- ¿Rubiecita? -preguntó Will realmente ofendido.

- Will... -comenzó Nico, quién fue completamente ignorado por el rubio.

- Y además tiene una flor en la cabeza -dijo el hijo de Nemesis.

- Mira, estúpido hijo de Ares...
- ¿A quién le decís estúpido?
- Sip. Definitivamente sos estúpido.
- Es todo. Estas muerto rubia -contestó el hijo de Ares entre dientes mientras se acercaba a Will.
- Ah, eso sí que no -susurró Solace pasándose -. Sostén mi flor, bebé - dijo al tiempo que se sacaba la flor de su cabeza y se la entregaba a Nico.
- Will, no - dijo el hijo de Hades; lo agarró del brazo para evitar que su novio hiciera alguna estupidez-. Déjalo ¿si? Sólo quiere molestar.
- Anda, Solace. Hazle caso a tu noviecita antes de que te arruine esa cara aún más de lo que está.

Y por muy humilde y amable que Will Solace fuera, seguía siendo un hijo de Apolo, el Dios más arrogante de todos, por lo que Will no podía librarse de un poco de esa arrogancia. Como todo hijo de Apolo, el chico también tenía su orgullo, y si alguien le decía feo... lo lamento por esa persona. Es decir, el pobre (idiota) de Mark que fue quien lo insultó.
Dejémoslo en que Will logró salvar su flor roja pero el hijo de Ares no pudo salvar ni su rostro ni algunas otras partes de su cuerpo. Y a Nico y Logan les costó separarlos. Los otros dos bien supieron que no era buena idea meterse en el medio.
Y así fue como supieron que no era buen idea hacer enojar al líder de la cabaña 7.

Holiiis.
Espero les guste, lo tengo escrito hace un par de días y no he podido terminarlo por lo que decidí que entre espero que venga la psicóloga (es la primera vez que vengo, tengo miedo, alguien mateme -No se si se escribe así-) bien podría terminarlo y aquí está.
Salió mucho más largo de lo que esperaba, inicialmente no iban a ser mas de 500, 600 palabras y pues terminó en mas de 1300 soooo, espero que lo disfruten.

Pd: si hay errores ortográficos lo lamento, lo hice desde el celular.

Kisses 😚

Solangelo One ShotsWhere stories live. Discover now