THESE GIRLS / WHY DON'T WE

7

The queen broke her castle/La reina rompió su castillo

NARRA MADISON

—¿Cómo es posible que comieron pizza sin nosotras?—pregunté viendo las cajas de pizzas vacías a un lado de la sombrilla.

—No sabíamos que venían siguiéndonos—me dijo Corbyn tomando un montón de cubetas de plástico y palas de plástico también.

—¿Qué vas a hacer?—le cuestioné curiosa. 

—Un castillo de arena—respondió sonriéndome—¿Me ayudas?—preguntó ladeando la cabeza viéndose adorable.

—Claro.

Fui con él hasta donde la arena comenzaba a estar húmeda. Zach y Theresa quisieron ayudarnos. Como era de esperarse me aburrí de inmediato, así que busqué el frisbee de los chicos. 

—¿Theresa, quieres jugar?—le pregunté a mi amiga, agitando el frisbee.

—No, llevamos la mitad del castillo—respondió Theresa concentrada como Corbyn.

—Bueno ¿Y tú Zach?—le pregunté al tomatito andante. 

—Qué bueno que preguntas porque ya me estaba aburriendo—me dijo levantándose.

—Bien, tú ponte por allá y yo me quedo por aquí—le indiqué a Zach. 

Empezamos a jugar con el frisbee, un par de veces se fue hacia el mar y tuvimos que ir por el, bueno Zach fue por el. ¿Por qué tengo tanta flojera? Como sea, mientras Zach y yo jugábamos, Jonah y Kiiara hablaban en la sombra. Daniel y Grace no sé donde estaban y, Jack y Bethany nadaban hasta la boya. Y para que decir que Theresa y Corbyn seguían haciendo el castillo. 

—¡VAMOS, MADISON! ¡ATRAPALO!—me gritaba Zachary. 

El frisbee iba muy alto, y yo corría tras el. Lo iba atrapar cuando...

NARRA CORBYN 

—¡CUIDADO CON EL CAST...—gritó Theresa y Madison cayó sobre nuestro castillo de arena dejándolo hecho nada. 

—¡NOOOOO, MI CASTILLO!—grité. 

—Creo que llegó la reina a su castillo—murmuró Madison con una sonrisa apenada.

—¡JA, JA, JA Qué risa!—habló Theresa sarcástica levantándose y arrojándole las palas y las cubetas a Madison encima. Theresa se fue enojada con Zach.

—¡Auch!—se quejó la pelirroja—¿Y tú que me vas a arrojar?—preguntó con sus ojos azules tímidos.

Estaba molesto, muy molesto. Había durado casi una hora haciendo el castillo y ella...vino a arruinarlo con su bonito cuerpo y su cara adorable. 

—No voy a arrojarte nada, sólo...—Madison se sentó y al sacudir los brazos me cayó arena en la boca.

¿Era en serio? Esto ya no podía ser eclipsado con su belleza.

—Corbyn, lo siento—me dijo sonriendo avergonzada.

Escupí la arena para otro lado. Llené una cubeta con arena y se la vacié en la cabeza. Me reí, su cabello rojizo se veía muy gracioso y su cara, tenía los ojos cerrados muy fuerte y la boca en una línea. El enojo se había ido rápido.

—¿Qué decías?—pregunté sonriendo.

Madison abrió los ojos y sonrió con malicia. Tomó una pala de plástico rosada y comenzó a echarme arena, yo cerré los ojos y empecé a echarle arena con mi cubeta. Esto estaba siendo divertido.