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The pizza thieves/Los ladrones de pizza

NARRA JACK

—¿De quien es esta mano?—preguntó Corbyn quien estaba enterrado en la arena junto a mí.

Me estaba tomando la mano bajo la arena.

—No es mía—mentí.

—¡UN CADÁVER!—Corbyn gritó.

No podía para de reír. Todos los chicos vinieron a ver, y las chicas también excepto Bethany. Se había ido a no se dónde con Madison. Creo que estaba molesta porque dije que no me gustaba, pero...bueno, aún no me gustaba de gustar. Aún. 

—¿Qué te paso, bro?—preguntó Daniel preocupado. 

—¡Estoy tocando la mano de un cadáver!—exclamó Corbyn aterrado sin soltarme la mano. 

—¿Estás seguro de que es una mano? Podría ser basura—Grace miraba donde estaban nuestras manos enterradas.

Moví mi mano. 

—¡ESTÁ VIVO!—Corbyn salió de la arena como una bala, Daniel y Grace quedaron cubiertos de arena por culpa de Corbyn. 

Me empecé a reir tan fuerte que las lágrimas se salían de mis ojos. 

—¡Maldito, Jack!—comentó Jonah al darse cuenta de que había sido mi broma. 

Corbyn venía enojado hacia mí, me levanté como pude. 

—Deberías correr—sugirió Corbyn y yo le hice caso. 

Corrimos por la playa, saltando sobre hombres gordos y peludos tomando sol, niños haciendo sus propias playas, saltamos sobre chicas realmente sexys, y nos de volvimos para hablar pero, bueno, llegaron sus novios y volvimos a correr. Hasta que...

—¡PIZZAAAA!—grité con voz de opera y Corbyn me siguió. 

—No puedo perseguirte con el estomago vacío—habló Corbyn rodeándome los hombros con su brazo.

—Ni yo huir, bro—estuve de acuerdo y nos acercamos al puesto de pizzas. 

Comenzamos hacer la fila y noté que entre las primeras personas de la fila estaban Bethany y Madioson. Debíamos saludar. 

NARRA CORBYN

—¡Hey, Madison!—llamé la atención de la pelirroja—¿Viste que son Madison y Bethany?—le pregunté a Jack. 

—¿Vamos?—preguntó animado. 

—Eso no se pregunta—le dije y nos fuimos con ellas.

—¿Cómo nos encontraron?—preguntó Bethany de mal humor. 

—Te puse un chip de rastreo—Jack coqueteó con Bethany y ella sólo lo miro sería. Pobre Jack.

—JA, JA, JA—Bethany se rió sarcástica.

—Incómodo—murmuró Madison halandome del brazo y nos fuimos detrás del puesto de pizzas. 

—Me gusta como huyes de los momentos incómodos—elogié mirándola bajo la luz del atardecer. Necesitaba mi cámara en este instante. 

—Y a mi me gusta cuando huyes conmigo de momentos incómodos—habló con esa voz tan linda.

No sé si era por el olor a pizza, el atardecer o sus ojos pero me estaba encantando Madison. Nos quedamos viendo unos segundos, y luego vimos las dos cajas con pizzas para llevar que el chef acababa de poner junto a nosotros. Intercambie una breve mirada con Madison. 

THESE GIRLS / WHY DON'T WEWhere stories live. Discover now