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Is Cadison real?/¿Cadison es real?

NARRA DANIEL

—Vamos, Grace. Abre la puerta—insistí de nuevo sentado en el piso junto al armario de Kiiara. 

—No, Daniel. No saldré nunca de aquí—habló Grace dramática desde el interior del armario.

—Pero yo no te estoy pidiendo que salgas—le dije mirando por las rendijas.

—Igual no te abriré la puerta, me obligaras a salir y no lo haré—murmuró terca. 

Bufé cansado, llevaba largo rato intentado que abriera la puerta del armario. Sin embargo, no me daría por vencido. 

—Sólo quiero que abras la puerta para yo entrar—dije en murmullo.

Un silencio largo se hizo presente hasta que la puerta del armario se abrió ligeramente. Sonreí y me adentré, estaba estrecho y repleto de ropa, apenas se podía respirar. Puse mis piernas a cada lado de Grace para poder caber y entonces cerré la puerta del armario. Mi corazón se paralizó un instante cuando vi lo hermosa que estaba, iluminada más que por la luz que entraba por las rendijas del armario, con el cabello húmedo y sin peinar, con el maquillaje corrido y envuelta en una cobija. Era la chica más perfecta que había visto. Pasé mis dedos por su cabello. 

—¿En serio te quedarás aquí para siempre?—pregunté casi en susurro. 

Estábamos tan cerca, podía respirar el olor suave de vodka combinado con su perfume de flores dulces. Era mágico, olía a la mejor noche en la vida de alguien.

—No para siempre, sólo hasta que nadie en California me recuerde—respondió mirándome a los ojos.

—No es por desanimar, pero eso llevará unos...—conté con mis dedos al azar—Unos cuantos "para siempre"—hice las comillas con mis dedos. 

Grace sonrió y sacó sus manos de la cobija y tomó las mías. Sus manos estaban tan cálidas. 

—No tengo elección—susurró sonriendo.

—Para siempre es mucho tiempo—le dije acariciando sus manos, sus dedos, sus nudillos...¿Cómo alguien podía tener las manos tan suaves? 

—Lo sé—habló mirando nuestras manos—¿Te quedarías?—preguntó de la nada. 

Mi pulso se volvió un desastre y sabía que eso sólo significaba una cosa. 

Grace me gustaba demasiado.

NARRA GRACE

—¿Aquí para siempre?—preguntó Daniel acariciando mi mejilla. 

Mi corazón latía tan rápido y fuerte que respirar era un desafío. 

—Sí ''para siempre''—hice las comillas con mis dedos y ambos reímos suavemente. 

—Creo que no existe otro lugar en el mundo en el que me quiera quedar para siempre—respondió acercándose a mi rostro.

Mis ojos viajaban de sus labios a sus perfectos ojos grises/azules. No podía respirar bien, las emociones que me albergaban eran abrumadoras. Su aliento chocó con mis labios y sólo cerré los ojos perdida en la calidez de su respiración mezclada con la mía, perdida en la calidez de sus manos y...de sus labios. Me besó tan suave, tan paciente, tan perfecto. Era como si no tuviera prisa, como si...realmente se quisiera quedar aquí para siempre. 

—Grace...—susurró con una voz nueva, agitada, alegre y silenciosa. 

Nuestras frentes estaban unidas, por desgracia tuvimos que separnos para respirar ¡Malditos pulmones!

THESE GIRLS / WHY DON'T WEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora