Demasiado Jóvenes [NaruSasu]

×Problemas×

Disclaimer: Naruto Shippuden.(NARUTO−ナルト− 疾風伝) Historia y Dibujo de Masahi Kishimoto.

Parejas: Uzumaki Naruto x Uchiha Sasuke.

Advertencias: Puede haber algo de bullying. Capítulo Corto.

Nota: En cualquier embarazo juvenil tiene que haber este tipo de problemas. Quiero aclarar que esta historia fue hecha con fines de entretenimiento.

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Habían pasado dos semanas desde que Sasuke había ido al médico y durante ese plazo de tiempo su vientre había crecido, tal vez no de manera exagerada pero si lo suficientemente visible para notarlo además su físico no ayudaba a disimularlo. Según sus cuentas ya debería tener diez semanas de embarazo, sólo faltaban dos más para superar el primer trimestre y saldría de esta etapa tan delicada.

Sasuke entró al salón de clases como cualquier otro día pero no era como él esperaba. Los demás compañeros comenzaban a susurrar cosas mientras lo veían, Sasuke no era tonto sabía perfecto que hablaban sobre él, más específicamente sobre su embarazo. No era algo que el azabache gritase a los cuatro vientos, sin embargo si alguien le preguntará sobre ello él fácil y sencillo le diría la verdad: "Si, estoy embarazado"

Tomó asiento en correspondido lugar e ignoró a toda la clase. Era algo habitual en Sasuke, no hacia falta fingir; ignorar a la gente era el pan de cada día del Uchiha. Naruto entró minutos después con algunos dulces que su arrogante novio le había pedido. El rubio no era ningún mandilon sin embargo el asunto del bebé lo tenía al pendiente con todo lo que Sasuke necesitará, y Sasuke se aprovechaba de ello.

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Al llegar el receso la pareja salió hacia el patio como el resto de alumnos. Sin embargo antes de poder llegar a su destino un grupo de tres alumnos les habían bloqueado el paso y en sus rostros se veían claramente sus intenciones: Molestar.

-¿Quién lo diría? El "príncipe" de la prepa resultó ser un omega y no cualquier omega, si no uno resbaladizo. Mira que venir aquí con semejante regalote. -apuntó al vientre de Sasuke - ¿Te gustó tu cojida, puta?

Todos a excepción de la pareja empezaron a reír. Hidan quien era un Alfa fue el que había hablado, era considerado el matón de la preparatoria junto con Kakuzu y Zetsu, ambos Betas. Naruto los había puesto en su lugar anteriores veces pero ahora le era realmente difícil puesto que no podía involucrarse en otro pelea y menos con Sasuke en ese estado.

-Mira Hidan, ahora no quiero problemas. Sólo deja que pasemos y ya, no tiene por que haber una pelea.- dijo de la mejor manera Naruto.

-Ow pero que tierno, Narutin no quiere problemas.- se mofó Hidan.

-Si no estuviera en este estado fácil te rompería la cara a golpes.- amenazó Sasuke.

-Pero no puedes, porque preferiste darle de sentones a Naruto ¿no es verdad?-esta vez fue Zetsu.

Las burlas continuaron, al saber que no podían ganar Naruto y Sasuke sólo escucharon sin decir una palabra. A ninguno le dolía lo que ellos decían, lo que les molestaba era la impotencia que tenían en esos momentos. Ambos querían darles una buena paliza a ese trio pero no podían. Uno por su embarazo y otro por disciplina, ya que la dirección lo tenía en la mira y si cometía algún error sería expulsado.

Cuando el trio de matones se aburrió de mofarse de la pareja decidieron irse no sin antes empujar al rubio contra la pared. Naruto trataba de calmar a su alfa interno, que rogaba por salir y destrozarles la cara a esos malnacidos. Más sin embargo tuvo que tragarse su orgullo y dejar que ellos hiciesen lo que quieran.
Debido a esa interrupción perdieron la mitad del receso y no lograron disfrutar bien sus alimentos.

La siguientes horas se resumieron con algunos insultos por parte de Hidan y su grupo, trabajos pesados y murmullos de las chicas sobre Sasuke. A pesar de que los padres del Uchiha habían hablado con el director de la institución para plantear la situación del menor, los demás alumnos seguían burlándose de la pareja. La impotencia ante esas situaciones era cada vez más sofocante pero como siempre no podían hacer nada.

(...)

Los síntomas del embarazo eran más llevaderos que antes, sin embargo eso no significaba que los disfrutara. Algunas veces el azabache las usaba a su favor para conseguir lo que quería, pero sólo funcionaba con Naruto ya que sus padres ya conocían sus jugadas.

-Oye dobe, quiero una sandía.- dijo Sasuke acostado con Naruto debajo de él.

-¿Una sandía? Pero son las 2:00 a.m. ¿Cómo quieres que consiga una sandía-ttebayo?- exclamó Naruto.

Esa noche Naruto se había quedado a dormir, ya que a pesar del enfado de los padres de Sasuke, el hijo que el Uchiha llevaba dentro también era del rubio. Por lo que debía estar al pendiente de él. Era de madrugada pero la pareja se quedó despierta viendo una serie en Netflix y debido a que el protagonista estaba comiendo un trozo de sandía el estómago de Sasuke gruñó, se le había antojado ese trozo de sandía. Ya que Naruto consentiría cualquier capricho del azabache, no reprochó más y fue por esa sandia para evitar berrinches futuros.

Tuvo que colocarse las pantuflas para ir a un supermercado de veinticuatro horas que estaba a sólo unas siete cuadras de distancia. Apenas salió de la residencia Uchiha y el frío lo azotó como una perra. Maldecia no haberse traído un suéter aunque claro todos estaban en la casa del rubio.

Camino abrazando su torso por las calles del vecindario. Sasuke debería estar agradecido por los sacrificios que hacia Naruto con tal de complacerlo, merecía una medalla o algo por el estilo. Apresuró el paso al no soportar el frío. Ya que sólo llevaba puesto un short y una playera de tirantes, sin mencionar sus pantuflas de cocodrilo.

Cuando finalmente llegó al supermercado, procedió a entrar sintiendo el calor del termostato que poseía el lugar. Camino hasta el área de frutas, no compraria una sandía entera si no que escogería de las charolas que contenía dicha fruta. Por fortuna encontró la última que quedaba así que la tomó y fue a la caja para pagarla.

El camino de regreso fue igual de aburrido pero llegó pronto a la casa de su amado. Subió la escalera en dirección a la habitación de Sasuke sin embargó cuando abrió la puerta corrediza se encontró con su bello novio durmiendo pacientemente en la cama.

En otras ocasiones podría haberle gritado por haberlo enviado al supermercado para nada. Pero la vista que presenciaba era hermosa y Naruto no quería arruinar eso. Colocó la bolsa con la sandía en la mesita de noche y procedió a dormir junto a Sasuke.

Tocó suavemente la barriga del azabache sonriendo al saber que dentro se encontraba su pequeño retoño. Una felicidad inexplicable se apoderó de él, ya deseaba tener a su hijo en sus brazos para besarlo y decirle cuanto lo amaba.

Naruto sería un buen padre, y eso lo sabia hasta el mismísimo Hagaromo, quien en este universo no existe.

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