Hemofobia. «y.m»

s i e t e, m i n

Miré como Jimin se alejaba con una mezcla de enojo y tristeza, a pesar de que pude sentir el odio que me tenía al escuchar como cerraba su puerta con fuerza no me arrepentía de las duras palabras que habían salido de mi boca.

Me observe en el espejo y lave mi rostro mirando un poco más. Mi rostro con cicatrices, mis manos, mi cuerpo.

—Este es el rostro del fracaso.

Reí amargamente, trague saliva y me mire frunciendo mi sueño, varios recuerdos vinieron a mi mente.

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—¡Ya no puedo soportarlo más! ¡Es un inútil! 

—¡No puedes hablar así de nuestro hijo! Él solo es algo torpe...

—¡No lo defiendas! Tiene diez jodidos años y se sigue accidentado con lo que sea.

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Parpadee varias veces auyentando las lágrimas, no fue la única noche en la que escuche a mis padres discutiendo por lo estúpido que era su hijo. Detestaba lastimarme y decirle a mis padres porque siempre debían recordarme lo malditamente descuidado que soy. 

Camine a mi habitación y cerré la puerta sin importarme el estrendor ruido que hizo está, me tiré en la cama y miré hacia el techo mientras vagaba en miles de pensamientos. Yo estaba acostumbrado a esto, a ser tan imbécil pero el vivir con nuevas personas era un asco, sin duda fue mi peor idea. 

No había absolutamente nada que me hiciera sentir seguro o por lo menos no tan idiota, no hacía nada bien y el mismo Jeon lo había dicho.

—Yoongi, te permito quedarte porque es casa de Jimin en realidad y porque por ti Taehyung está aquí y eso lo agradezco pero no te acerques a Jimin. Tu causas accidentes y el los odia, lo he cuidado bastante tiempo y no puede llegar alguien a corromper eso, lo siento.

Pensé un momento... ¿El los odia? Ya había notado la histeria que causaba en Jimin el ver accidentes pero ¿Por que?

Un golpee en la puerta hizo que me sobresaltara y dejará de vagar en mi mente.

—¿Quien?

Ni siquiera respondió cuando vi que un adormilado chico entraba a mi habitación y cerraba la puerta tras él, llevaba un rato ahí así que mis ojos ya se habían acostumbrado a ver en la oscuridad y reí levemente al ver el rostro del chico, Jimin.

—Hyung, tenemos que hablar.

—¿Qué no escuchaste lo que te dije hace un rato? Ahora largo de mi habitación.

Sin escucharme se sentó sobre la cama y suspiro abriendo un poco más sus ojos.

—Lleva casi más de un mes aquí y hemos tenido tantos problemas, quiero estar bien con mi Hyung, sé que es un buen chico pero empezamos mal, bastante mal. Viviremos juntos hasta que Jeon y TaeTae se vayan, será mejor hacer esto lo menos difícil posible ¿No cree?

Sonreí un poco al notar su adormilada voz, tenía razón.

—Que tal, soy Min Yoongi.

—Park Jimin, un gusto. 

Hubo un pequeño silencio y después una risa de parte de ambos.

—Ahora que hay confianza, ¿Puedo dormir aquí?

—¡Jimin! Te acabo de conocer hace cinco segundos y tú ya quieres dormir conmigo, esperaba una cena romántica antes de acostarme contigo.

Una risa salió de sus labios y soltó un golpe en uno de mis hombros, Jimin era un buen chico, quizá seríamos buenos amigos.

—Tuve una pesadilla, solo será esta noche lo prometo.

Termine aceptando y ambos nos cobijamos, jimin me daba la espalda.

—Hey, le dije que tuve una pesadilla ¿No va a abrazarme?

Suspiré fuerte y un quejido salió de mis labios, comenzaba a tener sueño y si no lo abrazaba estaría molestando toda la noche. Mi brazo fue al rededor de su pequeño cuerpo envolviendo este, Jimin se apego más a mi cuerpo, mi estómago cosquilleo un poco.

Desde que conocí a Jimin tuve un extraño sentimiento, sentía una gran conexión hacia el chico, como si lo conociera de años pero nos volviéramos a reencontrar. Pero al mismo tiempo sentí una enorme diferencia en ambos. Algo así como un imán, estos pueden juntarse entre si pero también hay una parte en la que ambos se rechazan.

—Hyung...

Nuevamente interrumpió mis pensamientos.

—¿Mh?

—A pesar de los accidentes que se causo y me causa... Hoy me siento seguro con usted.

Sin más, el silencio abundó en la habitantes para minutos después escuchar su profunda respiración indicando que ya había caído en un profundo sueño.

Mientras tanto, yo no terminaba de analizar esas palabras... Alguien se sentía seguro conmigo.

El cosquilleo apareció nuevamente.

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¡Gracias por leer! ❤