o n c e, m i n

8.6K 1.4K 162
                                    

Conduci hasta donde me indico, cada vez parecía que nos alejábamos mas de la ciudad.

—Estacionate allá.

Señalo un lugar y asenti, salimos del auto y note que era un lugar realmente solo algo parecido a un bosque. La noche había caído, nos sentamos sobre una banca cerca de un barranco, desde ahí podía ver toda la ciudad, el cielo oscuro junto con las estrellas y la luna llena hacían de este lugar un lugar bastante tranquilo.

—Wow...— Murmuré

—Es lindo... ¿No?

Sonreí y hubo un largo silencio, nada incomodo si no un silencio necesario para apreciar la vista.

—Todo comenzó cuando tenia siete años.

Hablo Jimin después de ese largo y tranquilo silencio, lo mire confundido, parecía nervioso. Decidí no detenerlo y seguir escuchando para poder comprender de que hablaba.

—Recuerdo aún que era una mañana tranquila...

Flashback.

—¿Estan listos para las mejores vacaciones?

—¡Si!— Sonreí entusiasmado.

—Oh pequeño Jimin, serán unas vacaciones inolvidables.

...

—Y vaya que lo fueron. Papá tuvo vacaciones de su trabajo cosa que nunca sucedía, así que decidió ir a un viaje familiar, iríamos a acampar, azar malvaviscos, contar historias.

Flasback.

—¿Empacaste todo, cariño?

—¡Lo hice! Estoy muy emocionado, mamá.

—¡Todos lo estamos! Pero debes ser paciente, el camino es un poco largo, Jiminnie.

...

—Así lo fue, el camino en nuestro auto era tan tranquilo y divertido. Recuerdo lo ultimo que les dije.

Flashback.

—¿Por que no duermes un poco, Mochi? Debes tener energía para cuando lleguemos allá.

—Mh, no quiero mamá.

—Eres un niño tan terco, igual que tu padre.

Los tres reimos felices.

—Los quiero mucho, gracias por traerme de viaje— Bese sus mejillas.

—Te amamos, hijo.

...

—Recuerdo bien que después de eso mi padre subió el volumen de nuestra radio, sonaba su canción favorita. Después de eso solamente recuerdo ver un auto yendo en sentido contrario impactandose directamente hacia nuestro auto.

Note que Jimin lloraba, las lágrimas cesaban en su rostro y yo seguía paralizado.

—Al despertar todo era borroso, seguía en el auto y fuera de este había demasiado ruido, personas gritando, sirenas, ambulancias.
Pero cuando logre reaccionar y abrir mis ojos completamente mire hacia el frente, el parabrisas, los asientos, el volante, todo estaba lleno de sangre. Sangre de mis padres muertos, nunca olvidaré esa maldita escena. Minutos después lograron romper un vidrio y sacarme del auto, yo lloraba y gritaba desgarradoramente por mis padres, ellos habían muerto. Decían que el que siguiera vivo era un milagro pero yo no quería vivir sin ellos. De ahí mi pánico a la sangre.

Se detuvo en seco con su relato y solo se podían escuchar sus sollozos. Un enorme nudo se había formado en mi garganta, pobre Jiminnie.

Estaba ahí sentado tan indefenso que lo único que mi instinto hizo fue abrazarlo con fuerza, envolverlo entre mis brazos como un pequeño niño. Al instante pude escuchar como lloraba con mas fuerza.

—Sueltalo, sueltalo...

Murmuré, mientras acariciaba su cabello, dejaría que llorara lo que tuviera que llorar.

Minutos largos pasaron mientras escuchaba como poco a poco se calmaba.

Afloje el abrazo y tome su rostro entre mis manos, limpie sus lágrimas y admire sus ojos completamente rojos de tanto llorar al igual que su nariz y sus mejillas.

No fue por lastima, no fue por querer hacer que se sintiera mejor sino que su hermoso rostro me llevo hacia él.

Sin poder aguantar más junte nuestros labios en un beso, un beso lleno de dolor y tristeza mientras yo trataba de brindarle todo el amor posible.

Hemofobia. «y.m»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora