Hemofobia. «y.m»

d i e z, p a r k

Inicio del maratón 1/?

Caminábamos por las calles de Busan, estaba tan emocionado que mi corazón latía con tanta fuerza al punto de parecer que saldría de mi pecho, mi estomago hormigueba por la reacción de Yoongi al llegar al lugar.
Ya era el segundo día, era mi turno de hacer lo que yo deseara.
No sería tan cruel para pedirle que me la chupara o algo como lo que él hizo el día anterior, quería algo un poco más especial.
Una especie de... cita.

—Camina más rápido, Min.

Suspire al notar su lentitud y nerviosismo, cada vez mas cerca del lugar para nuestra pequeña cita.

—Dime que es una maldita broma, Park.

Quise reír a carcajadas pero simplemente me contuve, no era tan malo para mi pero para él claro que lo era. Min era un pastelito por dentro, era alguien atento y amable pero por fuera la mayoría del tiempo parecía ese típico chico malo del colegio y esto obviamente afectaba su reputación de chico rudo.
Ambos miramos desde fuera el restaurante que había escogido, pase toda la noche pensado en algo para hacerlo sufrir a pesar de que yo no me quejaba del oral que le había hecho el día anterior.
Sonreí nuevamente al ver su rostro de repulsión.

Oh si, esas adorables cafeterias de Hello Kitty.

—Oh vamos no es tan malo.— Reí, sería un día muy divertido. Tome la muñeca de el chico con piel de oso polar y lo lleve hasta dentro del lugar.

—Dios... Si querías vengarte por lo que te hice hacer era preferible que hicieras que yo te la chupara.

—Si quieres puedes hacerlo y no quería vengarme, lo disfrute.— Le guiñe un ojo sonriente y ahogue mi risa por su rostro de sorpresa.

El lugar por dentro era aun mas meloso de lo se veía por fuera, las chicas del lugar nos miraron, unas con ternura y otras con algo de rareza.
Nos sentamos en las lindas mesas uno frente al otro.
Una chica bastante linda y tierna se acercó a nosotros a tomar la orden.

—Un café para ambos, por favor.

—Claro que si, lindo.

La chica se retiro y yo reí por el apodo, mire a Min quien seguía con la mirada a la chica con un cierto de desprecio.
La chica volvió con los cafés de ambos después de unos pocos minutos.

—Por cierto, sabemos que es precioso no es necesario recordárselo.

La chica rodó los ojos y se fue, juraba que mi rostro ardía ante esas palabras, oh min yoongi harás que mi corazón explote un día de estos.

Los dos reímos al ver el café.

—Creo que a final no fue una buena idea venir, ¿cierto?

—No se de que hablas, podre beberme el rostro de este gatito además de que adoro el café.

Sonreí nuevamente mostrando mis dientes.

—Hey, tienes un diente chueco.

Frunci mi ceño avergonzado y apreté mis labios.

—Es lindo, como todo de ti.

Baje mi mirada y tome un sorbo de mi café, nadie me había dicho eso y quizá solo eran palabras pero cuando alguien le hacia un cumplido a uno de tus defectos era imposible no amarlo un poco más.

Hablamos un buen rato, ordenamos pastel y hablamos sobre la vida de ambos.

—No quería decirlo pero tengo una terrible curiosidad sobre ti, sobre tu miedo a la sangre...

—Eso, quizá es hora de que lo sepas...

—Chicos aquí esta su cuenta.

Ambos nos dividimos la cuenta, me había salvado de contar esa trágica historia.

Al salir del café mire un bandeja con unos moños los cuales imitaban al de Hello Kitty.

Tome uno y lo puse en el cabello de Yoongi, no se opuso para nada y el coloco uno en mi cabello.

—Te tengo una ultima parada para este día.

—Estoy ansioso.