Capítulo veinticuatro

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Algunos días para el cumpleaños de Louis.

Harry había circulado con marcador rojo la fecha exacta en el que el calendario marcaba el 24 de Diciembre. Tapó el plumón esbozando una sonrisa tan amplia que la marca de The joker en su boca era incomparable con la sonrisa del ojiverde. Ahora no sólo había un árbol con esferas dibujado en esa fecha sino también un pequeño pedazo de pastel junto con un tierno corazón.

Acomodó su cabello pasando una mano sobre él y luego sacudió la cabeza para darle forma. Miró su reflejo en el espejo quedando satisfecho con el resultado. Si, ni el podía negar que tenía ciertos dotes físicos que resultaban agradables a la visa. Se preguntó si Louis veía aquellas pequeñas cosas como las más bellas en el mundo pero no supo responderse. Sólo sabía que Louis era muy guapo para él.

Era miércoles y la feria del pueblo había inaugurado dos nuevas atracciones que el mayor quería probar. Pese a que Harry le temía a aquellos juegos y por nada en el mundo se subiría a aquellas cosas infernales, no pudo evitar la oportunidad de salir con Louis a un lugar al que nunca antes habían visitado, menos cuando aquella salida podría contar como una cita.

Sacó la basura de su casa a regañadientes y luego se despidió de su madre recibiendo un beso en la frente.

-          Cuídate- dijo – No me salgas con tu domingo siete.

-          ¡Mamá!- se cubrió la cara con sus manos y luego se apartó del lugar ruborizado.

Cuando llegó a la esquina corrió un poco tratando de alejarse del lugar lo más rápido posible.

 ¿Domingo siete? Sólo a su madre se le podía ocurrir decir tal barbaridad.

Caminó hacia el parque que les quedaba a él y a Louis como punto medio de sus casas y luego esbozó una sonrisa al ver al ojiazul vestido con la gabardina café que lo hacía ver más guapo de lo que ya era. Louis lo saludó a lo lejos moviendo la mano de izquierda a derecha mientras sus ojos se arrugaban por su sonrisa.

-          ¿Ha esperado mucho, señor Tomlinson?

-          Cuando se espera a alguien importante el tiempo pasa volando.

-          ¿Ah si? Juraría que es al revés.

-          Bueno, las cosas buenas se hacen esperar ¿no?

-          ¿Es que no estabas ansioso por verme y los minutos te parecían horas?- Harry hizo un puchero realmente  tierno.

Louis soltó un bufido sonriendo – ¿Ha estado viendo telenovelas románticas, señor Styles?

-          ¿Qué? ¡No!- dijo comenzando a caminar mientras se alejaba del mayor. –…Sólo la de mi madre, a las nueve de la noche.

Louis soltó una carcajada a su espalda. –Vaya, tomaré nota y me aprenderé los diálogos.

Siguieron caminando con paso uniforme. De vez en cuando Harry saltaba de hoja en hoja para pisarlas pues así podía escuchar el placentero sonido que hacían al crujir. Louis adoraba la cara de decepción que ponía Harry cuando una hoja estaba muy húmeda y había perdido la “capacidad” de crujir. Tenía las manos metidas dentro de la gabardina y se deleitaba observando Harry brincar y sonreír cuando aplastaba una hoja.

Su felicidad estaba reducida a Harry y las mil preciosas maneras que tenía de mover sus músculos faciales para hacer gestos.

-          ¡Hey, Lou!- dijo mientras se preparaba para posar su pie derecho sobre otra hoja. – ¿Cómo es dónde vivías cuando eras pequeño?

Catching Feelings {AU Larry Stylinson} |Terminada| (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora