Catching Feelings {AU Larry Stylinson} |Terminada| (Editando)

Capítulo cuarenta y cuatro

-          ¿Liam?- Harry tenía los ojos vendados con una bandana verde que le había colocado Liam. Sentía que en algún momento caería al suelo y se golpearía en la cabeza. – ¿Seguro que todavía no puedo abrir los ojos?

-          No, Harry- contestó riendo muy lejos de dónde se encontraba su amigo. – Si los abres te dejo de hablar.

-          ¿Entonces puedo quitarme la venda?

-          Oh, Dios. Creí que hablabas refiriéndote a eso.

-          ¿Por qué no puedo ver?

-          Por que tienes una venda.

-          ¡Eso ya lo sé! -dijo bufando por lo bajo – Quiero decir, ¿Por qué debo tener una?

-          Porque si no la tuvieras, estarías viendo.

Harry hubiera virado los ojos si hubiera podido. Dejó de intentar convencer a Liam de que lo dejara ver pues sabía que no lograría nada.

-          Está bien- dijo al fin el castaño, colocándose enfrente del menor. – Puedes quitártela. Y Harry… Acabo de enterarme que fue hace un mes… pero nunca es tarde para festejar.

El Styles deshizo el nudo del paliacate que cubría su vista con desesperación. Cuando pudo volver a utilizar el sentido de la vista, luego de acostumbrarse a vislumbrar la claridad del cuarto de Liam,  el sentido del habla había desaparecido de su ser. Estaba impresionado ante lo que estaba viendo, sin embargo,  aunque se sentía feliz por el detalle que había tenido su amigo en preparar aquello, no pudo evitar comenzar a llorar. La tristeza, la añoranza y el deseo comenzaron a reemplazar los sentimientos de impresión y agradecimiento que se habían presenciado hace algunos segundos.

-          ¿Harry?- peguntó Liam preocupado, dejando de sonreír. – Perdón Harry… no quise…

Harry negó con la cabeza. – No me malinterpretes, Liam- susurró. – Es sólo que…- un gemido interrumpió el sonido de su raposa voz. – Mi cumpleaños fue hace más de un mes…

-          Perdón, Harry… creí que sería una buena idea- Liam chasqueó su lengua queriendo que se lo tragara la tierra. A él y a los regalos que había juntado en la mesa y el letrero gigante que decía “¡Feliz cumpleaños…atrasado!”

-          Estoy agradecido- dijo mordiéndose su lengua para poder calmarse un poco e inhalando gran cantidad de aire. – Muchas gracias, Liam.

-          No digas cosas que no sientes- dijo sintiéndose culpable mientras su pecho que oprimía en su interior. – Disculpa, debía saber que no te gustan los festejos… ¿es eso, verdad?

-          Yo…

Rompió a llorar antes de poder terminar la frase. ¿Cómo iba a decirle que lloraba por impotencia porque su novio no se había acordado de él? Quería golpear a Louis justo en estos momentos, darle tantos puñetazos hasta que sintiera el dolor que él estaba sintiendo. No era posible que una persona a la que acababa de conocer hace un mes se acordara de su cumpleaños y no su novio, al que conocía más de un año. Estaba enojado con Louis, con Liam y hasta consigo mismo. Tal vez lo mejor era olvidar el que Liam le había hecho ver lo olvidado que lo tenía su novio. Pese a lo enojado que estaba en estos momentos, sabía que el castaño sólo había querido darle una sorpresa. No podía culpar a Liam así como no podía evitar que las lágrimas dejaran de rodar por su rostro.

-          El problema no es contigo, Liam- susurró entre lágrimas con una voz aguda y muy ahogada.

-          ¿Entonces?