Capítulo treinta y seis

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Llegaron.

El bullicio de las personas en el aeropuerto mantenía a la pareja alejada de sus pensamientos y, sobre todo, los obligaba a acercarse más de lo debido para poder escuchar sus voces. Tenías sus manos sujetándose una con la otra dentro de la chaqueta del Tomlinson, como era su costumbre incluso antes de que fueran novios.

Caminaron detrás de Niall que apuraba el paso seguramente por lo tarde que era. Cuando entraron a la central apretaron al unísono el agarre de sus dedos. Cada vez era más evidente la despedida y no querían alejarse antes de que fuera necesario. Niall los dejó esperando en una de las muchas hileras de bancas que llenaban el lugar. Vieron alejarse al rubio, dirigiéndose hasta una de las recepciones de boletos.

Nadie de los dos se atrevió a decir algo. Era el silencio el que hablaba por ellos y lo que permitía que una gran desolación se hiciera presente entre sus almas enamoradas. Podían sentir la calidez de sus cuerpos transportarse de sus manos hasta todas las terminaciones nerviosas de sus organismos.

Dieron algunos pasos hasta situarse en un gran ventanal, dónde se podía observar el despegue de los aviones hacia un rumbo desconocido. Algunas personas también se encontraban allí. Un niño despedía a uno de los aviones agitando su mano, escondida debajo de un guante, de izquierda a derecha. Sus pequeños cabellos pelirrojos cubrían el semblante de su cara pero por el brillo que tenían sus mejillas, podía saberse que estaba llorando.

La imagen escandalizó los corazones del par de jóvenes amorosos y los obligó a abrazarse exasperados. Rodearon sus brazos alrededor del otro con gran brío. Harry soltó un gemido sintiendo sus lágrimas ahogarse en su garganta. Louis apretó los ojos que volvieron a humedecerse como había sucedido en la madrugada.

Se separaron buscando con impaciencia sus bocas. El fulgor que sentían cuando se besaban apareció apenas sus labios estuvieron en contacto mínimo, y aumentó cuando movieron sus labios al compás de un vals triste. En esta pieza, no había algún director que manejara el ritmo del beso. A veces besaban en un tiempo largo y otras veces en un alegretto.

 Harry y Louis se complementaban al igual que las manos del ojiazul al tocar, se complementaban tan bien, que no importaban las diferencias en las claves, juntos podían hacer una pieza musical exquisita.

-          Les dije que no se había ido todavía.

La voz de Zayn fue la disonancia que hizo que la pieza que estaban interpretando con el beso se detuviera. Harry fue el primero en separarse. Lo hizo de una manera no menos sorprendida que la de Louis pero si más alarmada. Observó a su amigo vestido con un suéter verde.

El moreno le sonreía alzando las cejas repetidas veces. Sus mejillas comenzaron a tomar un color carmesí. Lo bueno hubiera sido que sólo Zayn fuera testigo de aquella escena, pero como la vida suele darle sorpresas a las personas en momentos decisivos, las mujeres de la familia Tomlinson también habían observado aquella escena.

Las gemelas sonreían  deseando volver a ver a su hermano besarse con su novio y las más grandes tenían sus manos sobre sus pechos como si estuvieran viendo una película romántica. En realidad, habían visualizado una escena muy linda. Dos jóvenes enamorados a punto de separarse, estaban demostrando su cariño enfrente de un vitral en dónde se observaba el aterrizar y despegar de los aviones. Pronto sólo uno observaría el despegar el avión que llevaría consigo a su alma gemela.

Joanna sintió lástima por su hijo y por aquel muchacho de ojos verdes. No pudo evitar soltar una lágrima. Relacionó aquel suceso con la despedida que tuvo que darle a su esposo cuando murió y, aunque sabía que eran situaciones diferentes, el sentimiento podría ser similar. Alejarse del ser amado era algo que nadie quería hacer.

Catching Feelings {AU Larry Stylinson} |Terminada| (Editando)Where stories live. Discover now