VI

1.2K 118 14
                                    

-Esa chica te gusta.- Afirmó.

-No es así.- Volvió a negar.

Desde que se encerraron en el despacho para conversar la bajita no había dejado de insistir con el tema.

-Entonces... ¿por qué está viviendo aquí? Nunca traes a nadie, apenas si me permites el paso a mí. Y ella que es una desconocida... ¿la dejas vivir como si nada en tu casa? Ni siquiera yo puedo hacer eso.- La miró resentida.

-Tú tienes tu propia casa, además, su presencia no es de mi agrado, sólo le permito estar aquí por su bebé, ella no quiso vendérmela así que no tuve otra opción, no podía dejar que Emily siguiera viviendo en la calle.- Explicó.

-No me gusta estar sola.- Se excusó haciendo un puchero. -Supongo que si ahora ella vive aquí no hay ningún problema en que yo me mude también.- Se encogió de hombros.

-Ally... sabes que no me gusta que invadan mi espacio vital. Además, no hay habitaciones disponibles, sólo la mía y ella está durmiendo en el sillón.

-Tu habitación es muy grande...

-Ni lo pienses...- La cortó antes de que continuara.

-Pero soy tu mejor amiga.- Puso ojitos de cachorrito abandonado.

-Tienes la llave de mi casa, espero la tina sea lo suficientemente cómoda.- Caminó hacia la puerta.

Antes de que saliera el pequeño cuerpo de su amiga se estrelló contra ella, la estaba abrazando de manera tierna.

-Gracias Di.- Musitó en un tono dulzón.

La polinesia rechazaba cualquier tipo de afecto, no obstante, la excepción era su pequeña amiga, con ella disminuía su hostilidad característica e incluso resultaba ser muy permisiva.

[…]

-Cariño.- Llamó.

La morena miró hacia los lados y finalmente se apuntó a sí misma.

La rubia asintió.

Normani la miró confundida, ¿desde cuando tenían ese tipo de confianza? Apenas se acababan de conocer.

-Ya no dormirás en el sillón.- Anunció.

-Quiere que me vaya.- Dedujo. -Le aseguro que yo no tengo nada que ver con su pareja, en realidad no me importa irme, solo no quiero que me tachen de engatusadora o cosas peores.

La otra soltó una risa divertida.

-Tranquila, no te estoy corriendo. Y Dinah tampoco es mi novia, solo somos mejores amigas.- Aclaró con una sonrisa.

-¿Entonces...?

-Es que yo me mudaré aquí y ocuparé el sofá.- Sonrió un poco apenada. -Pero no te preocupes, tú dormirás en la habitación de Dinah.- Informó con simpleza.

La morena tragó grueso.

-No creo que a ella le agrade la idea...

-Tonterías, ella está totalmente de acuerdo con ello.- Movió su mano restándole importancia al asunto.

Normani la miró no muy convencida, una parte de ella tenía el presentimiento de que algo podría salir mal de todo esto.

-Si usted lo dice.- Le dio la razón.

-Deja de hablarme con tanta formalidad, no soy tan grande, puedes tutearme.- Sonrió ocasionando que la otra también sonriera. -¿Quieres que te ayude a instalarte?- Ofreció animada, la morena se iba a negar, pero fue arrastrada por Ally hacia la habitación de la polinesia. -Vamos.

Coming back to youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora