Please, Daddy『BillDip』

»02«

Las 12 en punto y en la mesa sólo se escuchaban los cubiertos chocar con los platos y el masticar de la carne creando así un "silencio" muy incómodo para Dipper quien llevaba horas creando en su mente las palabras correctas para poder mentirle de manera creíble a su mamá.

Ordenó todas las palabras en su mente para luego mirar a su hermana quien bebía de su bebida achocolatada, creando un bigote de espuma por encima de sus labios. Rió ante eso, ver a su hermana siempre ha sido como ver una niña pequeña, no importa cuantos años tengan, no importa si son gemelos, siempre serán diferentes en algunas cosas. Ella inmadura y él...un poco menos inmaduro, debía aceptar que antes se unía a las locuras de su pequeña hermana, y aún lo haría si el mundo fuera tan interesante como lo era antes de crecer. Borró todo de su mente, quitando el pasado y viendo hacia el futuro, observándose con dinero suficiente como para hacer grandes cosas con su familia.

— grandes cosas... — susurró sin darse cuenta, observando al frente donde justamente está su mamá quien le escuchó claramente sus bajas palabras.

— ¿Qué grandes cosas, hijo? — preguntó amable, dejando su comida a un lado para mirar a su chico castaño, ese que tanto ha crecido y dejó de ser un niño.

— Emm...yo conseguí trabajo. — Fue lo primero que se le ocurrió al mover sus labios y darse cuenta de que iba a balbucear, su madre siempre sabe cuando miente.

— ¿A sí? ¿En qué? Espero que sea decente... — le señaló con el tenedor para luego reír un poco y comer de su carne un tanto fría, pero deliciosa.

Miró a su hermana quien seguía comiendo y le observaba con curiosidad.

Vamos Dipper, una respuesta coherente, sólo para que ella se la crea. Suspiró y tomó agua para luego responder.

— Si, es decente. — se sintió horrible al decir eso. — pero termina de noche, así que llegaré tarde o algo parecido...— miró a su madre quien tenía una mirada insegura, pero luego terminó asintiendo logrando calmar sus nervios.

— ¿De qué trabajarás?.

Observó toda la habitación en busca de respuesta hasta que vio en el almacén muchas latas de comida y sobres de condimentos.

— Trabajaré de acomodador, ayudaré a organizar los estantes y a limpiar, haré en chequeo de los productos, por eso llegaré tarde.

La mujer se sintió tan orgullosa de pensar que su hijo le estaba diciendo que ya había madurado, que había crecido y al fin ella no tendrá que matarse trabajando para que sólo coman menos que en una dieta.

— A ver Mabel, mira si trabajas...

— ¡Yo soy niñera! — se quejó con comida en la boca, tragando seco y mirando con furia a su hermano.

— Estonces trae comida a la casa...

— De eso se encargará Dip, yo compro mis cosas. ¿Verdad, hermanito? — él asintió. — Vez, además es eso o no estudiar.

La mujer asintió, mirando de nuevo a su hijo más "responsable" para dedicarle una sonrisa.

— ¿Mamá, puedo pedirte algo? — interrumpió Dipper el silencio que ya había apoderado de nuevo el lugar. La mujer asintió. — Me darías dinero, digo, es para el uniforme del trabajo...

— ¡Claro, bebé! Saca de mi cartera lo que necesites, espero y me termines pagando con una de esas cenas costosas. — respondió con una sonrisa, abriendo sus brazos exagerando sus palabras, imaginándose en un restauran de alto ego y deliciosa comida francesa.

Los gemelos rieron, aunque Dipper con cierta culpabilidad, sintiéndose estúpido.

Seguido lavaron los platos y Dipper agarró 100 dólares más un dinero que él ya tenía guardado y se encaminó hacia la tienda donde compraría su "uniforme".

[...]

Observó por décima vez la puerta negra del local, re leyendo las letras del cartel fucsia que adornaba en esta.

✴SEX SHOP✴
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Sí, él de verdad estaba frente a una tienda de esas preguntándose si debería o no entrar. Literal le daba miedo el tamaño de los dildos que adornaban detrás de la vitrina acompañado de unos maniquíes disfrazados de manera muy vulgar y extravagante.

Suspiró y aprovechó que un chico salió de la tienda para entrar él. Rápidamente un joven con cabellos descolorados le atendió, llenando de vergüenza todo su ser.

— ¿En qué puedo ayudarle? — preguntó amablemente.

El chico tenía una camisa negra que al parecer era el uniforme, resaltando discretamente en su blanca piel.

— Yo-yo...no sé ni qué hago aquí. — soltó una risa nerviosa.

El chico sonrió y le agarró de la mano para guiarlo a un pasillo que parecía ser el que contenía la mercancía sutil, ya que apenas al entrar al local todo ahí se parecía a una película de terror de la cual nunca querrá ni leer el guión, siendo esa área la mas "femenina".

— Eres nuevo en esto, ¿verdad? — asintió. — Qué crees qué necesitas...

— Ropa...— cuestionó su respuesta.

— Yo elegiré en conjunto perfecto para ti.

Sonrió agradecido, echándole un ojo a la camisa del chico. — Gracias, Will.

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Pocos conocen a Will. Se conoce como la personalidad sumisa de Bill en gravity falls.