As happened to Cinderella {Larry Stylinson} TERMINADA.

Capítulo 5: Príncipe, princesa, y la bruja malvada.

Los días continuaban pasando con rapidez en la pintoresca ciudad de Doncaster. La rutina en la escuela del pequeño Harry se había tornado un poco más llevadera gracias a que Louis lo cuidaba, protegía y no lo abandonaba ni un minuto durante los recesos. Por supuesto que el rizado estaba más que feliz con eso, caso contrario a los compinches amigos del ojiazul; Zayn y Liam, quiénes aún no se acostumbraran al nuevo amiguito que su castaño amigo había hecho.

Harry también había hecho un nuevo amigo en su curso de segundo año, este era un niño simpático, alegre y quizás demasiado risueño. El rubio niño soltaba estruendosas carcajadas cada vez que el ojiverde contaba uno de sus chistes. Harry sabía perfectamente que sus bromas no tenían gracia alguna y eran quizás, las peores del mundo, pero Niall parecía disfrutarlas y el rizado estaba satisfecho con eso. Ambos niños se complementaban muy bien.
Cada día, luego de regresar de la escuela, Harry comía su respectivo almuerzo y luego subía con entusiasmo a su habitación en dónde aguardaba con impaciencia por las conocidas piedritas de Louis hacía su ventana, dándole la señal para que la abriera y así poder ingresar dentro.

Era un día de esos, uno cálido y sofocante que no encajaba en nada con la estación en la que se encontraban. Estaba simplemente agobiante, y el pequeño rizado estaba tumbado con fatiga en el piso de su dormitorio, buscando la frialdad que sólo la cerámica podía brindarle. Louise también estaba a su lado, la muñeca lucía uno de los tantos vestidos que el rizado había hecho para ella con mucho esfuerzo y algo de ayuda de su tía Raquel.

-Hace demasiado calor...-

Se quejó mientras se daba la vuelta en el suelo para quedar de barriga en éste. Un pequeño "toc", sonó en el cristal de la ventana, y Harry se levantó rápidamente a sabiendas de quién sería.
Abrió la ventana con entusiasmo y con una ancha sonrisa en su rostro, y allí, parado abajo del árbol de manzanas estaba Louis, luciendo una bermuda de Jean, una playera blanca, y una gorra con visera que cubría sus castaños cabellos.

-Hazz, baja hasta aquí, hoy haremos algo diferente.-

Louis espetó sonriente y Harry lo observó con confusión ¿A qué se refería con algo diferente?. Sin poder contener más su curiosidad, bajó apresuradamente las escaleras, y fue hasta la vereda de su casa a la espera del ojiazul. El sol de las dos de la tarde picaba con fuerza sobre la delicada piel lechosa del rizado, hacía demasiado calor. Los potentes rayos del sol hacían que su vista ardiera y el pequeño sólo quería trasladarse hacía la Antártida en ese momento.

Un chorro de agua pegó con brusquedad sobre una de las mejillas del menor, haciéndolo exaltar más de lo debido. Luego la carcajada conocida de Louis llegó hasta sus oídos. El ojiverde buscó con su mirada de reproche por la silueta del ojiazul y lo halló a tan sólo unos cuantos pasos de él, sosteniendo dos pistolas de agua en sus manos.

-Hoy hace demasiado calor para quedarnos en tu habitación. Pensé que sería genial si jugábamos a mojarnos un poco.-

Louis se acercó al pequeño de siete años y depositó una de sus pistolas de agua en las manos de éste, acto seguido echó a correr lejos de su alcance.

-P-pero yo no sé cómo funciona esto Louis.-

El pequeño rizado chilló mientras miraba con confusión al juguete en sus manos, buscando descifrar su funcionamiento. Pronto tocó un pequeño botón sin querer, logrando que un chorro de agua se disparara con fuerza. Se sonrió a sí mismo y luego echó a correr intentando alcanzar a Louis.

-¡Eres muy lento Harry! ¡Eres tan lento que podría detenerme a descansar y tú ni así me alcanzarías!-

Louis se burló entre risas y luego apuntó a Harry para arrojarle otro chorro de agua que fue a parar directamente a los ojos verdes de éste. Harry se paró en seco y comenzó a fregar frenéticamente sus grandes orbes. Louis supo que lo había arruinado todo cuando los labios rosados del menor se empezaron a mover formando un leve puchero.