Capítulo 29: Repararte, quebrarte.

92.4K 5.3K 8.5K
                                    

Durante toda su vida le han dicho que cuando fuese grande no sería nada. Todas las patadas y todos los golpes, él jamás los mostrará. Porque él es más fuerte de lo que crees, un corazón de acero ha comenzado a crecer. Cuando has estado luchando por eso durante toda tu vida, has estado esforzándote por hacer las cosas bien, así es como un superhéroe aprende a volar, todos los días, a toda hora, convierte el dolor en poder... - Superheroes / The Script.


"Todos llevamos dentro un héroe dormido, no lo despiertes, él sabrá exactamente cuando es el momento para hacerlo..."  


El aire fresco de las tres de la mañana se colaba por la ventanilla entreabierta del auto de Louis, manteniendo congeladas ambas de sus mejillas. El castaño aspiró profundo, llenándose del aire puro del campo abierto y disminuyó la velocidad del vehículo, después de todo, no iban hacía ninguna parte.

Harry a su lado se removió un poco, soltando un casi imperceptible quejido y Louis le envió una rápida mirada, chequeando que todo estuviese bien. No pudo evitar esbozar una triste sonrisa al verlo.

El rizado estaba acurrucado en el asiento del acompañante, abrazándose a sí mismo en una posición fetal. Lucía como todo un ángel, a diferencia de que - pensó Louis. - él era un ángel roto, un ángel lastimado y con cientas de heridas de batalla, tanto externas, como internas, y éstas últimas no se podían ver a simple vista pero él conocía cada una de ellas perfectamente. Sin embargo, Harry continuaba siendo hermoso, aún con sus mejillas rojas, lastimadas y húmedas, su nariz de igual tono, y sus pestañas pegoteadas por las lágrimas. Así roto y todo, el menor era un ser hermoso que no perdía su luz, y Louis deseó que la conservara así por siempre, sin importar por cuánto más daño tuviese que atravesar en el futuro, que no perdiese aquella luz que lo hacía brillar más intensamente que el sol y la luna unidos.

Harry se removió levemente y comenzó a fregar uno de sus ojos. Luego despertó, parpádeando un par de veces para abrir sus ojos con cierta dificultad y observar a Louis.

-¿D-dónde estamos...?.-

Preguntó con voz más ronca de lo normal mientras se acomodaba en el asiento.

-No lo sé, pero estamos bastantes lejos de Doncaster, vuelve a dormir Hazz...-

El menor bostezó con somnolencia y dió un leve asentimiento. Volvió a acurrucarse en su lugar y en menos de diez minutos, ya estaba nuevamente entre las redes de Morfeo.

Antes de que despertase, Harry llevaba durmiendo unas dos horas, y Louis agradeció que así fuese, pues había estado llorando desconsoladamente por un largo rato antes de caer rendido por el cansancio. El sueño era una buena salida para escapar de todo el dolor por un rato, Louis sabía aquello, así que hizo lo posible por mantener al menor en la tierra de ensueño, siendo precavido y manejando con lentitud.

El ojiazul quitó una mano del manubrio y acarició con cuidado los rizos chocolate de Harry. Volvió su vista a la carretera y comenzó a pensar en todo lo que había sucedido. En lo mucho que habían lastimado a Harry, en todo lo que le habían hecho, su daño físico y psicológico, en cómo haría para volver a repararlo... también pensó en la posibilidad de que, quizás, Harry jamás sanase. Y al pensar aquello, su corazón se sintió como una pesada piedra por unos momentos, porque si es que el joven jamás volvía a ser el de antes luego del incidente de esa noche, se encargaría personalmente de encontrar a la escoria que lo había lastimado, y lo haría sufrir hasta que pidiese, suplicase, por piedad, y exactamente lo mismo iba para Eleanor.

Louis aferró con fuerza el piercing en su labio y comenzó a morderlo, como un método fácil y rápido para desquitar su rabia en esos momentos. Sabía que dentro del cuerpo del joven rizado quedaría una gran mancha que jamás se borraría por mucho que él lo intentase, y eso le dolía, y lo llenaba de cólera. Habían marchitado a su flor más bella.

As happened to Cinderella {Larry Stylinson} TERMINADA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora