Capítulo 15: Tu sonrisa, mi sonrisa.

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Pensé que el amor sólo era real en los cuentos de hadas, destinado para alguien más pero no para mí. El amor estaba en mi contra, así es como parecía, la decepción persiguiendo todos mis sueños. Entonces vi su rostro, y ahora soy un creyente, no hay rastro de duda en mi mente, estoy enamorado. - I'm a believer / Smash Mouth

-Harry amor, ya son las ocho, se te hará tarde. Abajo dejé tu desayuno preparado, yo debo salir por unos momentos.-

El rizado dejó de fingir estar dormido y rápidamente quitó las frazadas que lo cubrían hasta la cabeza.

-¿Salir? ¿A dónde irás?.-

Preguntó extrañado, observando a su tía parada en la puerta. Ésta vestía sus mejores ropas, corroborando sus palabras anteriores.

-Debo ir hasta el centro de la ciudad por algunos asuntos, no te preocupes.-

Contestó, sonriendo cálida y tranquilizadoramente y Harry asintió, mientras se despabilaba perezosamente, preparándose para enfrentar un nuevo día.

Raquel se marchó haciendo sonar el motor de la deteriorada Van fuertemente. Tan fuerte y estruendosamente que prácticamente todo el barrio se enteraba cuando ella salía u llegaba. Harry se quitó sus ropas piyama y se vistió con las primeras ropas que encontró para finalmente bajar hacía la cocina y tomar su respectivo desayuno. Con una tostada a medio masticar en su boca, el muchachito de dieciséis años salió a paso presuroso de su casa rumbo a la casa vecina. Allí en la puerta de la inmensa vivienda lo esperaba Jay, impaciente por lo que aparentaba. Su ceño estaba fruncido, movía su pie izquierdo incesantemente, haciendo chocar la punta de su tacón con el cemento de la vereda en un molestoso ruido. El pequeño Nouvel estaba en sus brazos, aún llevaba sus adorables piyamas, y sus finos cabellos castaños estaban totalmente despeinados. Harry sonrió tiernamente al verlo.

-Llegas tarde, ¿Tienes idea de la hora que es? Podría perder mi trabajo si tengo un atraso en mis horarios. Que esto no vuelva a ocurrir.-

-L-lo siento, no volverá a suceder. Es que ayer me quedé despierto hasta altas horas de la noche, y hoy no pude despertarme a hor-

-No pedí tus explicaciones.- Lo cortó la mujer y Harry calló. -Tan sólo toma a Nouvel, por dios. ¡No has entendido que se me hace tarde!-

Harry tomó al bebé en sus brazos, y la mujer caminó con rapidez hacía su auto, cerrando la puerta en un brusco golpe. El lujoso vehículo se perdió con celeridad en la desolada calle, dejando detrás una gran nube de humo. El rizado suspir., Debía guardar paciencia para el carácter podrido de esa mujer si es que quería el trabajo. Y él realmente necesitaba ese trabajo, tenía que ayudar un poco a su tía con los gastos de la casa, así que tendría que soportar a Jay y su mal humor.

(...)

Para las diez de la mañana, Nouvel ya había desayunado un nutritivo yogurt de frutilla, y también había comido frutas echas puré. Ahora el infante jugaba tranquilamente con cubos de colores en la alfombra, mientras Harry estaba echado en el sillón mirando televisión. No sabía exactamente qué dejar, todo lo encontraba aburrido y no era de su agrado. Hasta que llegó al canal de "Disney", en dónde transmitían la adorable película de "La dama y el vagabundo", y aunque no se trataba de una película que implicara princesas, lo cierto era que a Harry le agradaba cualquier película que proviniera de ese canal. Le gustaba el tono romántico, empalagoso, y mágico que Disney utilizaba para cada una de sus películas. A medida que transcurría el filme, Harry se encontró pensando en Louis, y comparándolos a ellos dos con los protagonistas caninos. Louis encarnaría el personaje de "Reina", la perrita de raza Cocker Spaniel que provenía de una rica e importante familia, que estaba rodeada de atención y lujos. En cuanto a él encarnaría el personaje de "Golfo" el perro callejero, sin raza, sin lujos. Sin embargo, Golfo y Reina habían dejado a un lado ambas de sus diferencias y habían logrado hacer florecer un enorme y puro amor. Y él y Louis a duras penas se hablaban. Harry estaba seguro de que el ojiazul ya había olvidado completamente toda la amistad que ambos habían tenido, todas las noches que se escabullía a su cuarto y ambos se acurrucaban en la cama, o el primer beso que ambos habían compartido. Harry tocó sus labios con la yema de sus dedos, rememorando aquella noche. Ese había sido su primer y único beso. Porque aunque sonara patético, él aún mantenía intacta la promesa que un día él y Louis habían hecho. Él no había tenido ningún otro príncipe, él aún no olvidaba a Louis.

As happened to Cinderella {Larry Stylinson} TERMINADA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora