Inocencia Aislada

16. En la fiesta parte 1

Hay música fuerte, luces que destellan y mucha gente gritando, saltando. Es extraño y mágico a la vez. Alen me guía por aquel lugar cerrado y ruidoso, hasta que me acerca hasta dónde reconozco a mis compañeros de curso.

—¡¿La trajiste?! —grita Inna y cálculo es porque sino no se la podría oír con lo alto de la música —Eso es macabro.

—¿Qué dices? —se ríe Alen —No le he hecho nada.

Toma un sorbo de su bebida y lo mira detenidamente.

—¡Claro que no! Pero eso no quita que lo estés pensando.

—¿Tanto me odias? —ríe otra vez.

—Eres un imbécil y siempre lo serás —le tira la bebida fría en la cara y debo retroceder porque casi me da también —. Si me disculpan, voy a divertirme —se va al centro del lugar y se pone a bailar.

—No le prestes atención —de repente me habla Leia, que está sentada en un banco al lado de una mesa muy larga —es una aguafiestas —se ríe.

—¿Qué es eso? —ladeo la cabeza.

—Olvídalo, ¿Quieres? —Alen me alcanza un vaso alto, su color es raro.

—¿Es alcohol? —entrecierro los ojos —Mi tía dice que no puedo tomar alcohol, te lo dijo —le reprendo.

—No es alcohol, tiene algo mejor.

—¿Mejor? ¿Qué cosa?

—Te volará la cabeza, está mortal.

Me sobresalto.

—¿Mi cabeza? —digo nerviosa.

—Que está bueno, a eso se refiere —explica la castaña —y sirve para sacarse los problemas de la cabeza —ella también bebe de esa cosa.

Miro el vaso y levanto la vista, dejándolo sobre la mesa, cuando visualizo a Byron entrar con su otro amigo, Mark.

—Al final te convencieron —exclama Alen, parece que intenta enojarlo con ese tono de voz que hace.

Aunque no sé por qué.

—Vine porque Ayla me llamó —expresa el morocho y yo frunzo el ceño.

—¿Quién es Ayla? —pregunto.

—Otra de sus chicas —expresa con asco la castaña y vuelve a tomar de esa cosa.

—No te incumbe, ¿no te dije que no vinieras? —Byron se enfada conmigo.

¿Y yo qué le hice? Ni que fuera mi papá para darme órdenes. No sé ni por qué se enoja, sólo estaba preguntando.