Inocencia Aislada

42. La alegría

Otro día más en la escuela, pero este es diferente, es más alegre que cualquiera. Siento la felicidad en todo mi ser, estoy muy contenta. Sé que nada será como antes, pero que será para mejor, mucho mejor.

Todo por Byron.

Me detengo en el pasillo cuando oigo un sonido. Giro en dirección a dónde lo escucho, entonces visualizo a Mark, agarrando las mejillas de Ángel y ambos besándose.

—No entiendo —opino sobre el rubio —dijiste que no eras gay.

Mark se aleja de mi amigo y me observa avergonzado, pero luego frunce el ceño.

—¿Q... ¿Qué te pasa? Mejor, cállate —expresa nervioso.

—Yo solo preguntaba —Hago puchero.

Ángel aparta su espalda de la pared, revuelve un poco su cabello y luego de pensar un poco alza la vista hacia mí, con su mirada seria que siempre me hace pensar que se enfadara conmigo.

—Lo que Mark quiere decir, es que no lo difundas por ahí, porque después Alen empieza con sus estupideces y sus burlas mal formadas —me explica —. Escúchame, no queremos que nadie sepa de nuestra relación ¿Entiendes?

—Pero... —Hago una pausa —si ambos se gustan, no veo el problema —opino.

—Es complicado, la sociedad es mala a veces.

—Bienvenida a la realidad, dónde existe la discriminación —Agrega Mark y bufa —. Así que por favor, no digas nada.

Asiento quedándome pensativa. Luego me retiro yendo hasta el aula y sonrío cuando visualizo a Byron. Así que me le acerco.

—Hola.

Sonríe también.

—Buenos días.

Para mí todo, sigue perfecto y lleno de alegría, no puedo pedir nada más.