Inocencia Aislada

35. No soy una niña

Cuando tengo una oportunidad de hablar con Byron, me le acerco a su pupitre feliz, mientras él está sentado, apoyando su brazo en el respaldo de la silla, hasta parece cómodo en esa pose, así que le cuento.

—Hoy aprendí una palabra nueva.

Sonríe.

—¿Y cuál es?

—Novio.

La sonrisa de Byron desaparece.

—Ah que bien, ¿Y planeas tener un novio ahora o algo así?

—¿Eh? —Mis mejillas se ruborizan —Yo solo... —Bajo la vista tímida.

—¿No estarás pretendiendo que yo...? —Se detiene pensativo —Creo que esto ya te lo dije.

—No, yo solo quería contarte, creí que éramos amigos —Hago puchero y frunzo el ceño —Inna y Ángel tienen razón, eres idiota.

Se ríe.

—La niña aprendió malas palabras, hay que castigarla.

—¡¡No soy una nena!! —grito y mis mejillas arden por el sonrojo que crece.

Tengo calor.

—¿No estás feliz? —Saca de su bolsillo un cigarrillo y comienza a fumar —No me he enojado.

—¿Por qué te insulte? —digo confundida.

—Aprendes rápido —Exhala el humo hacia arriba —por eso me gustas Abril, no eres tan tonta como todos creen.

Mi corazón se acelera.

—¿Te gusto?

—¿Crees que te hubiera besado si no me gustarás? —Se ríe —Eso sería extraño —Apaga el cigarrillo, presionándolo sobre la mesa.

—Eso es peligroso —opino sobre su acción.

—Dime, Abril ¿Qué harás este fin de semana?

—¿Eh? —Reacciono dejando de mirar el cigarro —¿Por qué?

—Si no eres una niña entonces ¿No quieres aprender más cosas de adultos?