Inocencia Aislada

47. Feliz contigo

Estamos por completo desnudos, ya no hay ropa entre ambos, Byron agarra el preservativo para acto seguido ponérselo y estoy confusa de lo que vaya a suceder. Si esto es como los animales, un apariamiento y "eso" evita que haya bebés ¿Entonces la diferencia sería...?

Mi novio se posiciona entre mis piernas y dejo de analizar tanto la situación, ahora presto más atención a mis sensaciones, mi corazón late con fuerza por los nervios que tengo en este mismo instante.

—Byron —Respiro agitada.

—Todo está bien, no te preocupes, yo me encargaré de desde ahora ¿Preparada?

De manera instintiva me agarro de sus hombros y asiento. Sé que me va a doler, pero no importa, de alguna forma tengo la necesidad de hacer esto.

Byron se introduce en mí y mi cuerpo se tensa pero lo abrazo. El movimiento se siente entre las sábanas y no puedo evitar clavarle las uñas en su espalda sintiendo la fricción. Nos miramos fijamente, entonces me doy cuenta a qué se refería antes con lo de placer. Disfruta, le gusta esta situación, puedo notarlo en sus expresiones, puedo entenderlo. Y lo único que me importa ahora, es que yo sea la que le genera eso.

Al terminar, nos quedamos abrazados un momento en la cama, cubiertos por las sábanas hasta nuestros hombros, así que le sonrío.

—¿Todo bien? —pregunta acariciando mi mejilla.

—Sí —digo tímida —es que me gusta estar contigo.

—A mí también —Me da un leve beso, para luego seguir observándome —. Has estado excelente, Abril.

Un nuevo rubor crece en mis mejillas.

—Gracias, aunque no sé qué hice.

—No te preocupes, yo sé perfectamente que es lo que hiciste.

—Creo que estás hablando de cosas obscenas —opino y se ríe —. No es gracioso, es vergonzoso —Frunzo el ceño.

—Me río porque me gusta que lo entiendas tan fácil y me pones contento, estoy feliz cuando estoy contigo —Agarra mi cintura y se acerca un poco más a mi cuerpo —bonita —Me besa otra vez y siento el tacto de su torso en mi piel.

—Byron —digo avergonzada por la situación que siento que va a repetirse.

—No haré nada, solo te estoy mimando —Me da besito en el cuello —otro día jugaremos más tiempo.

Me doy cuenta que no estoy tan equivocada, así que sin previo aviso expreso todos mis cuestionamientos.

—¿Lo haremos otra vez? ¿Por qué? ¿Me dolerá de nuevo?

—Wow cuántas preguntas, espera que las proceso —Se ríe y me abraza respondiendo la primera —. Sí, solo si tú quieres ¿Por qué? Pues porque me gusta sentirte y somos novios ahora, es casi como natural hacerlo.

—¿Y me dolerá? —repito la última ya que no me ha contestado.

Esa es importante.

—Eso depende, ese día lo averiguaremos, pero si te comportas como hoy, cálculo que no.

—¿Cómo hoy? —digo confusa.

—Fabulosa.

Byron me besa y le correspondo. Me avergüenzo un poco cuando se sube sobre mí, aún estamos desnudos. Vuelve a abrazarme y mi corazón nuevamente se acelera. Es tan lindo esto, que no se arruine.