Capítulo 3.

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James.


Madison y yo corrimos hacia ella, yo sintiendo ambos pulsos por los aires. ¡Dios, cómo sangraba!

--¡¿Qué coño ha pasado aquí?! --grité, tomando a mi hermana de los brazos de Alex.

--Tranquilo, James, no es para tanto --me aseguró Belén y yo la miré con rabia.

--¡¿Que no es para tanto, dices?! ¡Estás cubierta en sangre!

--¡Me estás poniendo nerviosa, James, y eso NO AYUDA!

Me callé y la dejé en un sillón, mientras reunía toda mi concentración para curarla. Cerré los ojos. Apoyé una mano en su espalda y otra en su brazo y empecé a curarla inconscientemente.

--¿Qué pasó? ¿Estás bien? --inquirió Mads en mi espalda.

--Estoy bien, Mad, sólo me atacó un zorro --soltó, pero yo no me permití desconcentrarme.

Su salud depende de mí. Mantente calmado, no la cagues, James. No te enojes...

--¡¿Cómo?! ¡¿Estaban en el bosque?! ¿Y dónde estaban Nick y Alex? --siguió con su cuestionario mi novia.

A mí me gustaría saber eso, REALMENTE.

--James, me está doliendo más --me avisó Belu y yo asentí e intenté calmarme.

Me costaría no pegarles una patada a Nicholas y Alexander. Qué mal cuidaron de Belén... si hubiesen estado viéndola, ella no estaría EN ESTE ESTADO.

—¡¿Y por qué no la puto curaron?! —exclamé, desbordado de sentimientos de mierda.

Belén me empujó y vi su cara de sufrimiento. Si no se emplea la suficiente concentración, el efecto de la curación es contraproducente.

Trate de acercarme a ella a intentar de nuevo, pero Belén se alejó todo lo que pudo de mí.

--Estás tan desconcentrado que me duele, imbécil --espetó ella.

—James, déjame curarla a mí —pidió Madison, poniendo una mano en mi hombro.

—No, yo...

—No, evidentemente estás muy enojado y eso le hace doler más —me calló ella y yo suspiré, pero terminé cediendo. Tenía razón, una vez más.

Me aparté y Mads tomó mi lugar. Ella nos dejó en claro con una sola mirada que quería silencio absoluto así que se lo concedimos. El proceso duró un minuto por la habilidad de Mads, pero al final Belén estaba como nueva.

—No la curamos porque tú y ella son los que curan (bueno, y Mad cuando está en modo salvar-el-mundo), ni Alex ni yo sabemos hacerlo —me respondió finalmente Nick y yo me di vuelta hacia él temblando.

—¿Desde dónde venían?—pregunté con incredulidad.

—Desde el bosque —murmuró mi hermano y yo sentí la rabia golpeándome otra vez.

—¡¿Desde el bosque?! ¡¿Y qué coño hacían en el bosque para toparse con un zorro?! ¡¿Dónde coño se metieron?!

—Estábamos bastante metidos, pero esa fue mi culpa —admitió Belén—. Yo quería jugar a las escondidas, así que nos fuimos mucho más de lo que debíamos. En algún punto del juego nos aburrimos y nos pusimos a caminar y hablar entre nosotros, hasta que Alex sugirió comprar algo de comida y volver. Ellos hicieron el chiste de dejarme detrás mientras me ataba los cordones y ahí me atacó el zorro. Ahí fueron Nick y Alex a tratar de pararlo, pero al ver que no lo hacía, tuvieron que matarlo.

Hybrid (Pars #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora