Capítulo 6.

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James.

Luego de caminar por horas tratando de descifrar qué coño acababa de pasar, decidí volver a casa. Había estado al menos tres horas fuera, y aunque sabía que Belén no me extrañaba, tal vez Nick esté preocupado.

Qué afeminado sonó eso. No sé a quién espero engañar: me importa una mierda si me esperan o no, en realidad ya tengo hambre y tengo tantas ganas de comer una pizza que mataría por una.

De cualquier manera, seguía completamente confundido por el chico. Me llamó "héroe", me dijo que nos volveríamos a ver y ni siquiera estuvo sorprendido cuando maté a dos mujeres frente a él.

Qué cojones, sólo de acordármelo me extraño más. Sí que existe gente rara en el mundo.

Ya en la puerta de casa, entré y fui al salón. Ahí me quedé frito al ver a una niña de seis años de pelo castaño charlando animadamente con Nick. Era alta, flaquita y preciosa, y parecía de porcelana.

Qué monada.

—¡Mira, pero si es mi gemelo! —exclamó Nick, mirándome y señalándome.

Era obvio que me llamaba "gemelo" porque la niña estaba en la casa, porque él y yo nos tratábamos de hermanos a secas.

La niña se enteró de que yo aparecí y me observó con curiosidad, alternando entre mi hermano y yo. Una sonrisa enorme amenazó con cruzar mi cara al ver a tal hermosura confundida y finalmente eso pasó.

—Hola, bonita. ¿Cuál es tu nombre? —le pregunté, sin poder ocultar mi fascinación inmediata sobre ella.

—Soy Sarah Ross, y Belu me dijo que tú eras más lindo que Nick aunque para mí son iguales —murmuró y yo solté un par de carcajadas. Nick parecía tan ofendido que la hizo reír también.

—¡Cómo se atreve! —exclamó él con una voz chillona que detesto pero que a Sarah le causó gracia.

—Yo me llamo James, Sarah —le comenté, pasando por alto semejante aullido.

—¿No tienes ningún otro nombre, como Belu o Nick? —dudó y yo negué.

—Es difícil hacer uno con James, ¿no crees?

—No, puedes llamarte Jay.

Nick y yo nos miramos y luego explotamos de la risa. Sarah se ruborizó, pero parecía encantada de que nos haya hecho tanta gracia.

—Puedes decirme Jay si quieres —le di permiso y ella asintió, orgullosa de su trabajo—. Dime, Sarah, ¿qué te trae por aquí?

—Mami y yo vinimos aquí para hablar con un señor en el bosque —¿bosque? Esta es una Pars—. Ahí me distraje y me perdí, y vine aquí para que me ayuden a encontrarla. Belu está ahora en el bosque buscándola.

Eso es un problema... espero que esté bien, que no haya tipos imbéciles que se atrevan a poner una mano en ella.

—¿Puedo servirme un poco de agua? —preguntó ella y Nick se levantó.

—Por supues...

Pero Sarah ya había levantado su mano y creado un aire con el que abrió el refrigerador, sacó una botella y lo cerró torpemente. Este recipiente voló hasta su mano intacto aunque se golpeó varias veces contra la pared.

Nick y yo nos quedamos fritos. Sarah ni siquiera se había dado cuenta del impacto de sus actos, por lo que bebía con entusiasmo.

Yo me acerqué y me agaché hasta estar a su altura. Ella estaba temblando por el esfuerzo de sus actos, como era muy pequeña necesitaba bastante práctica. Ahí vi sus ojos: tenían un color marrón rojizo con toques grises y azules. Santa mierda, espero que esto sea un defecto y no haya heredado...

Hybrid (Pars #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora