Capítulo 21.

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Belén.

Nick y yo estábamos cómodamente sentados en el sillón de casa mientras acompañábamos a Sarah, quien se entretenía con su nueva casa de muñecas.

Yo tenía que hablar con mi hermano, pero no quería dejar a la pequeña sola porque se preocuparía. Lo que había aprendido con ella era que odiaba no tener compañía porque eso le hacía pensar en su madre y la deprimía. Pobre, tenía muchos problemas externos por los que preocuparse para tener seis años, no debería también ponerse a extrañar a su madre.

Agarré el control y encendí la televisión.

—¿Por qué prendes la tele? —dudó ella y yo le sonreí.

—Porque quiero mirar, ¿necesito más razones? —bromeé, haciéndola reír con suavidad.

Estratégicamente puse el canal para niños, por lo que ella sin rechistar pegó sus ojos a las imágenes. A mí se me escapo un suspiro al ver cómo los dibujos animados se habían vuelto una real mierda a lo largo de los años y eché una mirada a ver si Sarah no nos escuchaba.

Parecía que no.

—¿Qué pasa, hermanita? —me preguntó Nick. Él adivinaba mis intenciones sin casi proponérselo, lo que me hacía ver lo unidos estábamos en realidad.

—¿James se fue con Mad? ¿Están arreglados?

Nick se encogió de hombros.

—Ni idea. Lo que sí sé es que salió como un loco hace un rato y se llevó al auto. Lo llamé dos veces pero me cortó —suspiró él.

Yo junté mis manos con ansiedad, lo que hizo que él enarque una ceja. No podía parar de pensar en que le estábamos mintiendo a Mad con mucho descaro por razones pobres (¿"para protegerla"?). Cuando se enterara de la verdad, no creía que ella pudiera ser capaz de perdonarme... perdonarnos nunca.

—¿Qué sigue rondando por tu mente, Belu? —añadió Nick y yo fruncí el ceño, separando mis manos al ver que él las estaba mirando con sospecha.

—¿Qué? Nada. Estoy bien —fingí una sonrisa, haciendo que mi hermano me regalase una mirada de "sí, claro, por supuesto". Claro, si yo no engañaba a una persona cualquiera, ¿cómo podría hacerlo con él?

—¿Terminaste de tratar de convencerme o te tendré que sacar la información a cosquillas? —dijo y ahí sí que me sacó una sonrisa enorme. Él era una de las tres personas que podía hacerme sonreír sin proponérselo siquiera y que podían hacerme hablar incluso sin tener ganas de hacerlo, las otras dos siendo Mad y Alex.

James era un caso aparte: él se comportaba como un hermano mayor real, mientras que Nick era como otro mejor amigo.

—Vale. Me preocupa Mad —confesé y Nick frunció los labios, comprendiendo a qué me refería—. ¿Cuándo le contaremos que Sarah está con nosotros?

Él suspiró, por lo que inmediatamente supe su respuesta.

—No puede ser pronto. Sabes que hay que enseñarle a controlar sus poderes y Mad la querrá liberar al minuto que le digamos de su existencia. Ella no entiende este mundillo Pars como nosotros, lo cual es una real mierda —escupió, lo que me hizo asentir—. Hay veces que me gustaría revelarle todo y no guardarme ni un puto detalle, pero sabes que hay que tomar nuestro tiempo para no...

—Sí, lo entiendo —bajé la mirada y jugueteé con mis pies. Nick esperó a que yo dejase de vaguear porque sabía que mis dudas no habían acabado—. Pero... ya conoces a Mad. Odia con toda su alma que le mientan o le escondan cosas. Tienes suerte de que te haya perdonado la primera vez que le mentiste. Es injusto que repitamos la historia otra vez.

Hybrid (Pars #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora