Kim Jongdae es un agobiado estudiante universitario y la mala suerte parece ser una parte natural de él. Genética o estupidez, no está muy seguro.
Un montón de situaciones desafortunadas deberán sucederle antes de que su vecino, de quien está enam...
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Volví, jeje. Perdón por haber tardado mil años en actualizar, estuve todo febrero preparando un final de la universidad (metodología de la investigación, van a notar mis traumas cuando empiecen a leer). Además no estaba muy inspirada que digamos, tenía el capítulo ya escrito pero decidí reescribirlo porque no me convencía. De hecho hay algunas partes que siguen sin convencerme pero no quería seguir dándole vueltas al capítulo y tardar otro medio siglo en actualizar.
Para compensar mi ausencia les dejo este capítulo bien largo, preparen sus pelucas.
Quiero que sepan también que no le falta mucho a esta fic para terminar, voy a intentar adelantar todo lo que pueda en estos días de vacaciones que tengo antes de empezar la uni otra vez :)
Como siempre, sigo agradeciendo a todxs lxs que siguen esta historia ♡
Me disculpo con anticipación por cualquier error o falta de sentido (del que a veces creo que hay mucho) que encuentren.
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Existen, por lo menos, tres supuestos de los que Minseok ha podido corroborar su correspondencia con la realidad. El primero de ellos es que Luhan es un ser vengativo, propenso a las humillaciones públicas de los demás (y propia también, pero no es que eso realmente le importe). La segunda estuvo a punto de descartarla como una suposición y marcarla directamente como un hecho verídico: Oh Sehun es un imbécil. Y la tercera solo se relaciona con él mismo y sus posibilidades con Jongdae.
Claro que, para comprobar los primeros dos presupuestos no necesitaba prueba alguna, él mismo sabe las capacidades de su amigo y lo desastroso de los resultados. Sin embargo, la realidad misma le otorgó las evidencias para poder asentar en una anotación mental que jamás se metiera en las relaciones amorosas de su mejor amigo. No es que planeara hacerlo en algún futuro, le gustaría vivir unos años más y tal vez graduarse algún día.
Y con lo que respecta a la tercera de sus hipótesis, la cual le llevó toda una noche comprobar, se alegra verdaderamente de lo que ha obtenido: un beso accidental, uno no tan accidental y un par de sonrisas esperanzadoras (y algo nerviosas) de parte de Jongdae.
Los sucesos de la noche en la que él y Luhan se encontraban en la discoteca son de tal extensión, que utilizando todos sus conocimientos sobre el procedimiento científico, tuvo que agruparlos en ese cuerpo de hipótesis carentes de verdadero sentido académico. Pero uno puede permitirse sentirse un científico de vez en cuando, ¿verdad?
Comenzando desde el origen de la catástrofe, que fue esa hora y media en la que Luhan le relató a Minseok los verdaderos motivos de su ruptura con su pareja. Ambos se encontraban al fondo del lugar, en uno de los rincones más alejados, ideales para conversar y espiar al mismo tiempo, pero los ojos de su mejor amigo realizaban una extraño vaivén entre sus dos objetivos principales: a) Byun Baekhyun, removiéndose ansioso contra el cuerpo de Kim Jongdae en el sector del bar; y b) Oh Sehun, ubicado a pocos metros del primero, bebiendo sorbos prolongados de su copa de alcohol mientras charlaba tranquilamente con una chica muy alta y pelirroja, con su fiel acompañante Kris a su lado.
