Kim Jongdae es un agobiado estudiante universitario y la mala suerte parece ser una parte natural de él. Genética o estupidez, no está muy seguro.
Un montón de situaciones desafortunadas deberán sucederle antes de que su vecino, de quien está enam...
Este capítulo es un poco corto, pero prefiero guardarme lo realmente bueno para el próximo, que probablemente sea el último. Espero que por fin Yixing tenga lo que merece, ustedes juzgarán (?)
Pequeño momento de selfish-self-promotion en el que les recuerdo que escribí una nueva historia SeHo, pueden revisarla *ojitos*
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♥ saludos ♥
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Cuando Minseok le propuso a su mejor amigo que lo ayude con una tarea importante, sabía que el de cabellos rosados se tomaría muy enserio su nuevo trabajo. Así que, llevar a Junmyeon al hogar de Luhan era una mera formalidad. El mayor pensó que sería incómodo, y los primeros segundos lo fue pues el rostro femenino de Luhan le dio otra impresión al pelinegro. Por eso, cuando Junmyeon trató al peli-rosado como si fuera una mujer, Minseok tuvo que ahogar una risa. Luhan apenas se inmutó cuando aclaró la confusión, estaba acostumbrado a esa clase de errores. "¡Oh por Dios, lo siento tanto!" no había dejado de murmurar el pelinegro.
Olvidando ese pequeño incidente, Minseok se sorprendería al descubrir que dos personas que no se conocían en absolutamente nada congeniarían tan bien como si fueran amigos de toda la vida.
Luhan trató a Junmyeon como si fuera el hijo pródigo, simpatizó con él y hasta le contó, con mucho entusiasmo, la anécdota de aquella noche en la que humilló a Oh Sehun frente a una discoteca entera como si fuera material para incluir en su auto biografía.
Minseok seguía sin estar muy convencido de todo el asunto.
Junmyeon le contó al chino la breve historia de su relación con Yixing, mientras Luhan escuchaba atentamente. Jongin se encontraba allí también, a pesar de que Minseok no entendía desde cuando era inquilino en la casa de su mejor amigo, observándolo todo con verdadera curiosidad como si un plan de venganza fuera un tema muy normal de conversación. En algún punto de su relato, el pelinegro no pudo evitar el espontáneo llanto y Luhan estuvo de inmediato a su lado, consolándolo.
Minseok no sabe en qué momento su vida se ha vuelto tan extraña.
Surgieron muchas posibilidades, todas provenientes de la resentida cabeza de Luhan. El mayor de todos no creía que todo aquello fuera una buena idea.
—Tranquilo —comenzó el dueño de la casa, palméandole la espalda a Junmyeon en un intento de estabilizarlo —. Creo que sé que podemos hacer al respecto.
— ¿De veras? —pregunta el pelinegro, esperanzado, sobre por la nariz, se limpia el rostro y con una enorme exhalación logra recobrar la compostura. Luhan es rápido en acercarle una caja de pañuelos y asiente.
—Dime... ¿qué es lo que Yixing valora más que nada en su vida?
—Bueno, después de sus buenas calificaciones...la percepción que sus padres tienen de él, siempre se esfuerza por conseguir su aprobación y ser alguien digno para ellos.
