capitulo 8

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Paralizada por la impresión, Camila no pudo hacer otra cosa más que quedarse mirando, intentando gritar, horrorizada. Vio que el animal volvía a abrir sus fauces, liberando la cara de su amada, y le daba golpecitos con su hocico. No se veía sangre por ningún lado.

Lauren se enderezó, empujando el poderoso pecho del lobo, y el animal respondió apresándole un brazo. Lauren lanzó una suave risa y se revolcaron un rato por el suelo, gruñéndose mutuamente. Camila oyó que Lauren la llamaba, así que tomó aire y abrió con mano temblorosa la puerta. Lauren se puso de pie y se sacudió el polvo.

Ven, ponte a mi lado, que quiero presentarte a un amigo._ Camila cerró los ojos y murmuró para sí:

Confía... confía..._ Mientras obligaba a sus pies y cuerpo a obedecer, Lauren tomó su mano y la tendió para que el lobo la olfateara.

Loup, esta es Camila. Es muy buena y muy importante para mí. Es de las nuestras. Camila, este es Loup; es el amo del lugar._ Loup olfateó la mano y la apresó suavemente entre sus fauces, aunque enseguida la soltó y se sentó. Se oyó una acogedora voz, procedente de fuera de la zona iluminada por los focos.

Bienvenidas a Sally’s Place. Veo que ya habéis hecho buenas migas con el comité de bienvenida._ Apareció una mujer pequeñita y fuerte, con el pelo castaño y rizado, que abrazó a Lauren, estrechó la mano de Camila y se quedó junto a Loup, rascándole las orejas. Lauren deslizó su brazo alrededor de la cintura de Camila.—Vuestra cabaña está lista, Lauren. Instalaros y ya hablaremos mañana. Me alegro de que vengas con alguien, en esta ocasión. Tendré que comunicar a tu club de fans que ya no estás en el mercado... ¡Ah!, y recuerda cerrar la puerta con llave, o Loup hallará una manera de reunirse con vosotras. Nos vemos mañana, y encantada de conocerte, Camila._ La mujer salió de la parte iluminada y llamó a Loup, que pareció indeciso pero acabó siguiéndola, meneando el rabo.

Lauren se dirigió a la cabaña, que tenía una bombilla encendida en el porche, y descargaron sus pertenencias. Mientras iban y venían con sus maletas y bolsas, Camila dijo:

—¡Menudo susto de muerte! Pensé que te iba a comer enterita. ¿Por qué hace como que muerde a las personas?

Es la forma que tienen los lobos de saludar —explicó Lauren—. Usan la boca para ello. Cuando hacen que muerden significa que te aceptan como parte de los suyos. Es además un lobo muy besucón. Se podría decir que es el único macho que muchas de las mujeres que vienen aquí dejan que se acerque a ellas a menos de tres metros.

Es un animal soberbio._ Lauren le acarició la nuca con la nariz y se la mordisqueó con un suave gruñido.

Tú sí que eres soberbia._ Camila lanzó una risa y se giró en sus brazos.—Así que aquí es donde has aprendido eso. ¿Significa que me aceptas como una de las tuyas?

—¡Ya lo creo! Miembro de honor y todo. ¿Quieres que te enseñe el ritual de iniciación?_ Volvió a mordisquear el cuello de Camila y se lo lamió; Camila sintió un creciente ardor en la tripa. Necesitaba a Lauren.

Sííí. Pero no antes de darnos una buena ducha. Tú estás cubierta de saliva de lobo y de agujas de pino y yo estoy llena de mugre... ¿Caben dos en la ducha?_ Los ojos de Lauren brillaron.

—¡Vaya!, pues no, apenas cabe una... Si acaso empieza tú mientras yo acabo de descargar el coche. ¡El ritual de iniciación comienza en veinte minutos!_ Camila se cuadró e hizo un rápido saludo militar.

—¡Señor!, ¡sí, señor!_ Chocaron mutuamente los culos y cada una se puso con su tarea. Veinte minutos después, ya estaban acurrucadas bajo una manta eléctrica, pero Camila la apagó.—Prefiero que me calientes tú con tus abrazos. ¿No te parece?

Operación furor de tormenta (Camren) Adaptación Where stories live. Discover now