capitulo 18

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—¿Dónde estoy?_ Cuando Camila miró a su alrededor, todo parecía desenfocado. Una mujer alta y delgada estaba mirándola.

Estás en un monasterio y estás a salvo, aunque herida. Me llamo Elaine. Por favor, intenta no moverte demasiado. Ahora vendrá una enfermera a cuidarte, aunque tal vez necesites ir a un hospital.

—¡No!... ¡Ay!... No, por favor._ Camila volvió a cerrar los ojos y se dejó llevar por el agotamiento que le había provocado el amago de resistencia, pero la voz, suave y con un leve acento, la devolvió de nuevo a la realidad.

No te preocupes. Tienes un buen corte en la base del cráneo y creo que tienes fiebre, así que tal vez sea inevitable visitar un hospital. El Perro Fantasma fue quien te trajo hasta nosotras._ Camila sonrió y pensó: «¡Loup!». Se relajó y cerró los párpados: estaba a salvo. Al cabo de unos segundos, oyó una voz como en la lejanía:

Loup; qué bien que conozcas su nombre. ¿Y el tuyo, cuál es tu nombre?_ Sin embargo, Camila se sentía demasiado cansada para contestar. Lo siguiente que oyó fue un par de golpes en la puerta y a la mujer diciendo:

Buenos días. Me alegra verte de nuevo. Hemos hallado esta mañana a una joven herida dentro de nuestra propiedad. Necesitamos tu ayuda._ Camila lo veía todo envuelto en una neblina; la enfermera entró en la habitación, la tarima crujía a su paso.

Claro, claro. Veamos qué tenem... ¡Vaya por Dios!_ La enfermera juntó las manos y se quedó mirando a Camila, quien pensó que le resultaba familiar, pero era incapaz de fijar la mirada. La enfermera comprobó rápidamente las vendas y el hombro, le tomó el pulso y, girándose hacia Elaine, le pidió algunas mantas más. Mientras tanto, Camila se había vuelto a dormir. El ruido de la puerta abriéndose volvió a despertarla y oyó a la enfermera preguntando:—¿Puede quedarse aquí?

El Lama dice que nos vamos a ocupar de ella siempre y cuando permanezca fuera de peligro y no necesite hospital._ Camila notó que la enfermera se sorprendía, pero no le dio demasiada importancia, pues estaba intentando recordar de qué le sonaba.

Bueno, tiene un hombro bastante maltrecho; puede que se haya fracturado algo. No hay indicios de conmoción cerebral, aunque será necesario aplicarle unos puntos de sutura en el corte que presenta en el cráneo; nada complicado. Tiene también un poco de fiebre, tal vez neumonía o alguna infección, así que le extraeré un poco de sangre y comenzaremos un tratamiento de antibióticos. Pero si no responde inmediatamente al mismo, tendremos que llevarla al hospital de Mendocino. En su estado actual, lo mejor va a ser que llame a Doc para que venga a verla._ Elaine asintió, como si conociera bien a Doc. Camila seguía intentando enfocar la vista en lo que la rodeaba y, concentrándose en la enfermera, dijo al fin:

—¿Rebel? ¿Eres tú, Rebel?_ Rebel sonrió y dijo:

Ya lo creo, nena. Cuánto tiempo. —Y, echándose hacia atrás, añadió—: Elaine, te presento a Camila Cabello; Camila, esta es Elaine Richmond. Ha sido ella quien te ha encontrado y quien me ha llamado._ Camila intentó tenderle una mano a Elaine, aunque apenas logró levantarla y esta, adelantándose, le dio un suave apretón.

Bienvenida, querida: pero ahora debes descansar._ Camila tuvo un acceso de tos, así que Rebel le dio un vaso de agua para que lo bebiera a sorbitos. Conforme el agua le iba refrescando la garganta, una idea le hizo alzar la cabeza.

Rebel, es importante que le hagas llegar un mensaje a Lauren: dile que estoy bien.

—¿Dónde está? La llamo ahora mismo._ La inquietud de Camila fue incrementándose según intentaba escudriñar a su alrededor.

Mi móvil, necesito mi móvil...

—¿Elaine?, ¿su móvil? —preguntó a su vez Rebel. Esta se inclinó sobre Camila.

Lo único que te hemos encontrado encima ha sido un cuchillo y un reloj; no había ningún móvil. En cualquier caso, tampoco serviría de mucho: aquí no hay cobertura.

—¡Oh, Dios mío! Y ahora, ¿cómo puedo contactar con ella? Es imprescindible que sepa que estoy bien. Estará muy preocupada..._ E hizo amago de salir de la cama. Rebel la sujetó con suavidad pero también con firmeza y la obligó a volver a recostarse. Estaba demasiado débil para resistirse. Unas lágrimas comenzaron a deslizarse por sus mejillas.—¡Rebel! ¡Lauren está en el extranjero y tiene que saber de mí lo antes posible! Te lo suplico: localiza a Dinah y a Normani; Normani puede contactar con ella. Por favor, por favor...

Cálmate, cielo. Ya me encargo de contactar con ellas, no te preocupes. Te prometo que le haré llegar a Lauren noticias tuyas. Ahora, descansa o tendré que llevarte al hospital; no estoy bromeando.

—No, al hospital no... Es demasiado peligroso. Yo... localiza a Lauren... dile que estoy bien... —Demasiado exhausta para seguir hablando, Camila volvió a dejarse llevar por el sueño. Rebel le acarició la mano y se levantó.

Bueno, pues tengo que hacer unas cuantas llamaditas. ¿Puedo usar vuestra línea o...?

—Puedes usar la línea para residentes. Es de uso limitado, pero esto es una emergencia. Sígueme.
   Rebel salió apresuradamente tras ella, contagiada por la sensación de urgencia que le había transmitido Camila. Llamó primero al pueblo, pero nadie cogía el teléfono. No llevaba encima el número de Ariana, así que se armó de paciencia, segura de que alguien acabaría descolgando al otro lado. En efecto, al cabo de un rato sonó un irritado «¿Hola?».

Hola, soy Rebel. Gracias por atender. ¿Dónde está todo el mundo?_ La voz se tornó amistosa:

Oh, hola, Rebel. Pues, si te digo la verdad, no lo sé muy bien. Estaba en mis faenas cuando, de repente, vi que todas se marchaban con prisas.

—Mierda. ¿Tienes el número de móvil de Ariana?

Pues no, lo siento. ¿Quieres que le deje algún mensaje?_ Rebel soltó un suspiro y se apretó el puente de la nariz, intentando pensar algo rápido.

Vale. Dile a Ariana... ¿puedes anotarlo?_ Esperó a que la mujer buscara un papel y un bolígrafo.

Dime.

—Dile a Ariana que estoy con Camila Cabello y que está bien. Dile que tiene que hacerle llegar esta información a Dinah lo antes posible, que es muy importante. Oye, ¿sabes cómo se llama la tienda donde trabaja Dinah?_ Al otro lado de la línea se oían continuos trazos y murmullos.

Dinah... muy... importante... Mmm, ¿no se llama European Down Shop o algo así? Prueba en el número de Información. ¿Algo más?

—Solo asegúrate de que Ariana lea la nota en cuanto vuelva. Gracias.

    Rebel colgó e intentó conseguir el número de teléfono de la tienda de Dinah. Hacía tan solo unos años, un operador local le hubiera resuelto rápidamente todas sus dudas, pero la persona que la atendió tenía un claro acento sureño y ni remota idea de cómo ayudarla si no le deletreaba con exactitud el nombre de la tienda. «¡Inútil!» Tras colgar, Rebel regresó a ver a su paciente, para extraerle sangre y acabar de limpiar y de suturar su herida. Camila estaba tan cansada que apenas se despertaba. Le dio una dosis de antibióticos y confió a Elaine unas píldoras. Aún tenía que visitar a unas cuantas personas más que también la necesitaban, debido a la ausencia del médico rural, así que ya llevaría la sangre al laboratorio de camino a casa, después de volver a ver a Camila. Una de las integrantes de la comunidad de Ariana era técnica de laboratorio en el hospital y podía llevar a cabo los análisis sin necesidad de abrir ningún informe. Había hecho lo que había podido, así que relegó a Camila a un segundo plano para concentrarse en el resto de las visitas del día.

Operación furor de tormenta (Camren) Adaptación Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang