Capitulo 4

1.3K 79 19
                                    

Valentina: claro, pero primero vamos por un té.

José Miguel estaba muy concentrado leyendo un libro mientras esperaba a Valentina en la cama.

Valentina: José Miguel lo ignora?

Leonor: por completo, no he querido decirle nada porque temo su reacción.

Valentina: es un hombre sensato, entenderá que usted no puede estar sola el resto de su vida.

Leonor: y si lo ve como una traición hacia su padre? Recuerda lo mal que se puso cuando supo que lo engañe con Rosendo Gavilán.

Valentina: usted quería ser madre y no encontró otra alternativa además de no haberse dado esa relación con ese hombre José Miguel no estaría en este mundo.

Leonor: Eso es cierto, pero no sé ni como decirle que conocí a un hombre con el que llevo saliendo un par de meses, no quiero que piense que quiero reemplazar o traicionar la memoria de su padre.

Valentina: no lo va a pensar.

Leonor: necesito que me ayudes a darle la noticia, porque quiero que ellos se conozcan, hija entiendeme es más fácil hablar de este tipo de cosas con una mujer.

Valentina: Lo sé, y quédese tranquila Encontraré el momento oportuno para decirle a José Miguel de su novio.

Cuando Valentina llegó a la habitación José Miguel estaba dormido y a un lado su libro, ella lo tomó y lo puso en su mesita de noche, lo arropó y le dio un beso antes de acomodarse al otro lado de la cama.

Al día siguiente la mesa de la familia Montesino Villalva estaba rodeada de varias personas, por un lado los gemelos corrian y por el otro Valentina intentaba controlarlos, parecía que no querían desayunar.

Ernesto: parece que comieron mucho azúcar ayer.

Valentina: si por eso esta semana no comerán más.

Jose F: pero mamita, quedaron muchos dulces de la fiesta!!

Valentina: podrán comerlos después.

Cecilia B: y si comemos todo el desayuno nos das aunque sea un dulce? Papito, dile a mami que si.

José Miguel: Lo siento, pero su mamá tiene razón nada de dulces por ahora.

José F: entonces vamos a dar una vuelta en los caballos?

Leonor: nosotros pensamos ir un rato al pueblo, porque no les dan gusto a estos angelitos?

Valentina y José Miguel se miraron y sin dudar estuvieron de acuerdo.

Valentina: nos vamos cuando se laven los dientes.

Los niños desayunaron muy rápido y subieron a sus habitaciones muy emocionados, sería la primera vez montando un caballo por si solos aunque estos fueran de su tamaño.

Valentina entró a la habitación de su hija para ver si necesitaba un poco de ayuda.

Valentina: lista?

Cecilia B: casi, me haces unas trenzas mamita?

Valentina: claro, ven siéntate conmigo.

Cecilia B: Sabes? De grande quiero ser como tú.

Valentina sonrió al escuchar a su hija.

Valentina: a ver cuéntame, porque quieres ser como yo?

Cecilia B: porque eres muy hermosa, y montas muy bien.

Valentina: tú también vas a aprender a montar muy bien.

Cecilia B: tu crees?

Valentina: claro que si, listo ya están tus trenzas, nos vamos?

Valentina y Cecilia B bajaron y eran esperadas por José Miguel y José Federico que tenían una expresión graciosa como si las hubieran esperado por siglos.

José Miguel: Vaya llevamos horas esperándolas.

Valentina: y si te dejas esperaran muchas más.

José Miguel: bueno, te perdono si me das un beso.

Valentina se acercó a Jose Miguel y lo beso, a lo que sus hijos se miraron muy risueños.

Les dieron indicaciones a los niños de cómo controlar su potro y los mandaron adelante para estar pendientes de ellos.

Valentina: se ven tan tiernos.

José Miguel: si! Que te parece si vamos hasta la cabaña?

Valentina: nuestra cabaña?

José Miguel: si, aunque ahora es más de ellos que nuestra.

Valentina: que te parece si construimos otra solo para nosotros dos?

José Miguel: esa una muy buena idea.

Anduvieron un largo rato por toda su propiedad, cuando llegaron a la cabañita los pequeños estaban muy cansados, tanto, que al entrar y sentarse en los pequeños sofás quedaron profundamente dormidos.

Leonor, Ernesto e Isabel daban una vuelta por el pueblo y sus alrededores, estaban de visita en casa de Enriqueta la mamá de Sandra, allí se encontraron con ella.

Sandra: que sorpresa verlos aquí.

Isabel: bueno es que teníamos algunos pendientes, fuimos a comprar algunas cosas y después con el padre ventura.

Enriqueta: con el padre ventura?

Isabel: si, le pedí que celebrara una misa de aniversario en honor a mi hija.

Sandra: A ver si sirve de algo.

Enriqueta: Sandra Enriqueta!!!

Sandra: perdón, debo ir cambiar al niño.

Valentina y Jose Miguel recordaban sus momentos de felicidad en la cabaña.

José Miguel: nuestro refugio de amor.

Valentina: siempre será especial porque aquí nos amamos por primera vez.

José Miguel: fue nuestra noche de bodas.

Valentina: y concebimos a nuestros hijos.

José Miguel: y cuando ellos nacieron la pintamos para que pudieran jugar.

Valentina: creo que necesitamos un nuevo refugio de amor, pero aquí mismo?

José Miguel: porque no? Mientras ellos juegan en su cabañita tu y yo podemos hacer lo mismo en la nuestra.

Valentina: entonces vamos a construirla Pronto.

José Miguel: mañana mismo iré al pueblo a comprar los materiales; hace mucho no vamos a nadar al ojo de agua.

Valentina: quieres hacerlo? Pero dejar a los niños aquí solos?

José Miguel: No, pero podemos ir después de la comida, estoy seguro que mi madre no se negara a cuidarlos un rato.

SOY TU DUEÑA 2Where stories live. Discover now