Capitulo 5

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Sandra y Gabriela se encontraron en el parque cuando fueron con sus esposos e hijos.

Mientras Felipe y Horacio compraban unas chelas sus esposas cuidaban a sus niños y platicaban.

Gabriela: entonces por eso estas algo molesta con Felipe?

Sandra: si, es que me revienta que se acuerde de Ivana cada año, esa mujer después de muerta no deja de fastidiar.

Gabriela: Ivana siempre hizo mal, al morir dejo en un profundo dolor a su madre y Valentina la perdonó a pesar de todo el daño que le hizo.

Sandra: yo en su lugar no sé qué hubiera hecho.

Gabriela: ni yo, y vas a ir a la misa?

Sandra: no! Como crees, ya bastante tengo con que mi marido la mencione cada año.

Gabriela: Horacio también se pone así por esta época y me molesta porque me recuerda que él tuvo sus amoríos con ella.

Sandra: y tú crees que Valentina sienta rencor por ella?

Gabriela: no, ella muy noble.

Sandra: pero Ivana mató a su nana.

Gabriela: estaba loca, pero aún así Ivana no merecía su perdón.

La familia Montesinos Villalba regresó a la hacienda, los pequeños se dieron un baño y se quedaron en su cuarto de juegos con Iluminada, Valentina y José Miguel se fueron al ojo de Agua como lo habían planeado en la mañana.

Valentina: olvidamos el traje de baño.

José Miguel: no lo necesitamos, de todos modos pensaba quitarte el tuyo, hace calor no te parece?

José Miguel se quitó la camisa, los zapatos, los pantalones, mientras Valentina lo observaba muy sonriente.

José Miguel se desnudó por completo ante su esposa y se lanzó al ojo de agua.

José Miguel: ven, el agua está deliciosa.

Valentina se desnudó también y nadó hacia José Miguel.

Valentina: tienes razón, el agua esta deliciosa.

José Miguel: pero más deliciosa estas tú.

José Miguel besó a Valentina apasionadamente, sus manos acariciaban todo su cuerpo, mientras ella lo agarraba con fuerza de su cabello.

La sostuvo entre sus grandes brazos y la llevó a una de las orillas del ojo de agua.

Valentina estaba hacia arriba viendo a José Miguel que estaba sobre ella teniendo el control de la situación, ella movía su cadera hacia adelante y hacia atrás para ejercer presión contra la parte más débil de su esposo, la lluvia de besos no cesaba, parecía que tenían hambre de mucho placer.

Valentina quiso estirar un poco sus brazos y abrazar el cuerpo de José Miguel con sus largas piernas, él se valió de la situación para entrar dentro de ella un poco más profundo.

La posición cansó un poco a Valentina porque la orilla no era muy cómoda así que intercambiaron de lugar, ahora ella yacía sobre él.

Estaban cómodos podían verse a los ojos y sentir juntos un enorme placer, era su momento olvidaron por unos minutos todo aquello que los rodeaba.

Los pequeños seguían jugando con Iluminada mientras Isabel la tía de Valentina y Abuela para los niños los observaba muy feliz.

Ernesto: como han crecido?

Isabel: si, aún recuerdo el día en que los bautizamos eran tan pequeñitos, la que me causa gracia es Cecilia B se parece mucho a Valentina cuando tenía esa edad, es tan traviesa como ella.

Ernesto: pero físicamente también se parecen, y el José F no se queda atrás, claro que parece que heredo la tolerancia de su padre.

Isabel: son una fiel copia de sus padres.

Ernesto: aunque no soy su abuelo de sangre los quiero como si fueran mis nietos.

Isabel: igual yo.

Leonor: Y Jose Miguel y Valentina?

Isabel: No han llegado.

Leonor: ya casi es hora de merendar.

Ernesto: los has llamado?

Leonor: por supuesto pero no responden.

Isabel: les habrá pasado algo?

Ernesto: no lo creo, están solos a lo mejor se les fue el tiempo.

Mientras en el ojo de agua...

Valentina estaba recostada en el pecho de José Miguel, ambos estaban exhaustos.

José Miguel: deberíamos hacerlo más seguido bonita.

Valentina: pero hacemos el amor con mucha frecuencia.

José Miguel: si es algo que me encanta pero hablo de escaparnos, salir de la hacienda como si estuviéramos cometiendo un delito, amarnos hasta quedar tan cansados como ahora.

Valentina: podemos volver muchas veces, además pronto tendremos una nueva cabaña.

José Miguel: si debemos darnos prisa con eso!.

Valentina: Dios mío se está haciendo de noche! debemos regresar, los niños deben estar esperándonos para merendar, vamos a vestirnos.

Valentina y José Miguel se vistieron y partieron de regreso a la hacienda, cuando llegaron ya era de noche.

José F: y mis papitos no han llegado?

Leonor: no mi amor, deben estar ocupados.

Cecilia B: abuelita porque tardan tanto?

Leonor e Isabel se miraron sin saber que responderle a los niños, sabían perfectamente la respuesta, pero como explicarles a unos niños tan pequeños, por su parte Don Ernesto no pudo contener la risa y se alejó un poco, al llegar a la sala se cruzó con Valentina Y Jose Miguel que acababan de entrar.

Ernesto: por fin regresaron sus hijos andan muy inquietos.

Los demás fueron a la sala.

Cecilia B: no queríamos merendar sin ustedes, mamita estás empapada y mi papito también, donde estaban?

Valentina y José Miguel se miraron buscando respuesta, hasta que Leonor intervino.

Leonor: estaban nadando.

José F: nadando? Y porque no nos llevaron con ustedes?

Valentina: Porque hace poco estuvieron resfriados les podía hacer daño.

Cecilia B: pero ya no estamos resfriados, no será que se estaban dando muchos besos y no querían que nosotros los vieramos?

Todos se quedaron callados conteniendo la risa con la pregunta de la niña, valentina se puso colorada y José Miguel se dio la vuelta para reírse.

SOY TU DUEÑA 2Where stories live. Discover now