Capitulo 109

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Valentina descansaba su cabeza sobre el pecho de José Miguel, los dos se habían quedado dormidos después de su apasionado encuentro.

Cuando José Miguel abrió los ojos no puedo evitar oler y acariciar su sedoso cabello, la apretó fuerte contra su cuerpo, ella abrió los ojos y después de unos segundos en que sus miradas se cruzaron sin decir una sola palabra se dieron el dulce beso.

Los gemelos hacían su tarea en su cuarto de juegos, estaban algo extrañados de que sus padres aun no llegaran a la hacienda.

Cecilia Benita: ya terminaste el dibujo?

José Federico: si! mira.

Cecilia Benita: te quedó bien padre!

José Federico: gracias, el tuyo también está de poca; y si le hacemos uno a nuestros papitos?

Cecilia Benita: si vamos!

Valentina: no sé en qué momento me dormí.

José Miguel: yo tampoco, cuando estoy junto a ti no percibo el tiempo a nuestro alrededor, porque sólo me importa ser feliz contigo.

Valentina: te amo, no te imaginas cuánto.

José Miguel: y yo a ti.

Sus narices se rozaron con dulzura.

Valentina: mi cielo, y la comida?

José Miguel: cierto, estaba casi lista antes de...

José Miguel hizo un gesto..

José Miguel: creo que algo se está quemando.

José Miguel saltó de un brinco de la cama , se puso sus pants y corrió escaleras abajo hacia la pequeña cocina, valentina no pudo evitar reírse, tomo su camisa, la olió y se la puso, lo siguió, cuando lo alcanzó lo encontró botando todo a la basura.

Valentina: se echó a perder verdad?

José Miguel: perdóname bonita, es que olvidé que lo había puesto a cocinar y quedó todo chamuscado, tuve que botarlo, quería que esta tarde fuera inolvidable para ti.

Valentina: no necesitaba comer para que lo fuera, el haber estado entre tus brazos lo ha hecho así.

José Miguel: ya te dije que esa camisa se te ve muy bien?

Valentina: no, pero te lo agradezco.

José Miguel: me encanta cuando usas mi ropa.

Valentina: y a mi usarla, te siento parte de mí.

José miguel: lo eres, así como tú lo eres de mi.

José Miguel se acercó, la tomó de la cintura y la besó.

Valentina: me encantaría quedarme contigo todo el día aquí pero quiero ver a los niños y comer algo, muero de hambre.

José Miguel: yo también, porque no vas a vestirte mientras recojo todo.

Valentina: claro.

Los gemelos estaban entretenidos haciendo un dibujo para sus papás, en este, estaban junto a sus padres, sus potranquitos y su cachorrito el ultimo integrante de la familia.

Martina contaba las horas para recuperar su libertad, tenía una sola oportunidad y no estaba dispuesta a perderla, estaba segura de que su plan tendría éxito esta vez.

Pasaban de las 3 de la tarde, Valentina y José Miguel regresaron a la hacienda, sus hijos estaban afuera jugando con Coquito.

Los niños corrieron hacia sus padres cuando vieron que bajaron de la camioneta.

SOY TU DUEÑA 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora