Capitulo 61

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José Miguel: que pasa?

Valentina: es que me tomas por sorpresa, no imagine que quisieras otro bebé.

José Miguel: bueno, de repente se me ocurrió, la hacienda es enorme y hay mucho espacio para que los niños corran, y económicamente nunca les faltaría nada.

Valentina: eso me queda claro; sabes, siempre  quise un hermano o hermana para jugar pero eso fue imposible por que mis padres murieron  cuando era muy chiquita, cuando mi tia Isabel y mi prima se vinieron conmigo crei que mi sueño sería una realidad.

José Miguel: pero creciste prácticamente con ella, siempre me dijiste que era como tu hermana.

Valentina: así es, pero Ivana nunca me quiso, en algún momento pensé que el día que me convirtiera en madre no quería un solo hijo, quería que  tuviera con quien jugar  pero  entonces tuvimos a nuestros gemelos y entre ellos se hacen compañía.

José Miguel: te entiendo, crecí sin hermanos también, pero volviendo a mi pregunta, tu respuesta es un no?

Valentina: espera, déjame hablar...

Valentina hizo una pausa y José Miguel tragó saliva....

Valentina: la sola idea de ver otro niño correteando por la hacienda me emociona, estoy segura que los gemelos lo amarían mucho.

José Miguel: es un si?

Valentina asintió con un hermosa sonrisa.

José Miguel no pudo contener su alegría y la abrazó fuertemente.

José Miguel: Gracias bonita.

Valentina: auu!

José Miguel: perdóname, no quise lastimarte.

Valentina acarició su rostro con su nariz, él la besó, los pequeños aparecieron y se quedaron quietos al ver a sus papás.

Hablaron bajito.

Cecilia Benita: no se quedaran pegados de tanto beso?

José Federico: no creo, siempre se la pasan así.

Cecilia Benita: dicen que cuando le das besos a las personas es por que las quieres mucho.

Cecilia Benita le dio un beso a su hermano en la mejilla, a lo que este respondió.

José Federico: oye!! Que te pasa?

Cecilia Benita empezó a reír y sus padres se apartaron, todos empezaron a reir.

Cecilia Benita: Tu pastilla.

José Federico: el agua.

Valentina recibió la pastilla y el agua de sus hijos que aún seguían riendo.

Después de tomar su pastilla, los 4 se pusieron sus chamarras y se subieron a la camioneta, recorrieron la propiedad unos minutos e hicieron su primera parada en la empacadora, allí todos se pusieron botas, bata blanca y gorros.

Valentina llevaba a su hija de la mano y José Miguel a su hijo, se cruzaron con el director quien encantado les dio el pequeño tour; los pequeños estaban emocionados al ver como las maquinas hacían su trabajo, los empleados fueron muy atentos.

Posteriormente siguieron a la procesadora de lácteos, aunque ya habían visitado el área donde ordeñaban las vacas se sentían como si fuera la primera vez.

SOY TU DUEÑA 2Where stories live. Discover now