Capitulo 34

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El día de campo estaba por terminar; Valentina seguía indiferente con José Miguel, al llegar a la hacienda subió a darse un baño de burbujas mientras sus hijos jugaban en una de las habitaciones con José Miguel.

Cecilia Benita: porqué estás triste papito?

José Federico: es por mi mamita verdad?

José Miguel: si, pero ustedes dos no se preocupen, esto es un asunto que yo debo resolver con su mamá, porque no se ponen la pijama.

José Federico: nos vas a leer un cuento?

José Miguel: si, el que quieran.

Cecilia Benita: podría ser el de " La bella durmiente"?

José Federico: pero ese ya lo conocemos.

Cecilia Benita: pero a mí me gusta.

José Miguel: bien, que les parece si hoy leemos ese y mañana elije José Federico? Es justo no?

Los niños asintieron.

Valentina aún procesaba en la bañera todo lo que había pasado en un solo día; el escándalo en la escuela de sus hijos, su encuentro con Fernando y el coraje que tenía con su esposo.

Valentina: de verdad que hoy fue un día de locos, sólo espero que mañana mis niños puedan estar en su escuela sin contratiempos.

José Miguel leyó el cuento a sus hijos y al verlos dormidos salió de sus respectivas habitaciones, entró a su habitación y pudo ver que Valentina seguía en la bañera, tan concentrada en sus propios pensamientos que no lo sintió entrar.

José Miguel: tú y yo tenemos que hablar.

Valentina saltó pues no se había percatado de su presencia.

Valentina: será en otro momento, como puedes ver estoy tomando un baño.

José Miguel: si quieres podemos hacerlo aquí mismo.

Valentina: tuve un día muy pesado y lo único que quiero es descansar y tu presencia no es de mucha ayuda.

José Miguel: sé que sigues enojada conmigo por lo que pasó con nuestros hijos, pero ya comprendí que fui yo quien se equivocó, no debí dudar de tu palabra.

Valentina guardaba silencio; José Miguel continúo...

José Miguel: pensé que había regresado la Valentina altanera que conocí hace años, y en cuanto a Martina, cuando la conocí era una buena persona, sincera, honesta y de buenos sentimientos, no comprendo el porqué de su comportamiento, Valentina, siento mucho haber dudado de ti, perdóname por favor.

Valentina respiró hondo.

Valentina: si ya terminaste, por favor sal de aquí, aun no termino mi baño.

José Miguel: porque eres tan terca? Te estoy ofreciendo una disculpa.

Valentina: es que no se trata sólo de hayas dudado de mí, ponte en mi lugar José Miguel, pusiste a esa mujer por encima de mí, cuando yo sólo quería defender a mis hijos, no te alcanzas a imaginar lo que me dolió verlos sufrir, yo no tuve a mis padres para que me defendieran y aunque estaban mi tía y Benita seguía sintiendo su ausencia, removiste un dolor que había enterrado hace años con tu actitud, los niños aun no comprenden lo que pasa porque son muy pequeños, pero a mí me lastimaste muchísimo.

José Miguel: lo siento mucho, de verdad que no sabía que te había dolido tanto.

Valentina: más de lo que puedas imaginarte, y eso no puedo olvidarlo de la noche a la mañana, entre nosotros algo muy grande se rompió y esta vez no fue por mi causa.

SOY TU DUEÑA 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora