SOY TU DUEÑA 2

Capitulo 31

Al no encontrarla en su habitación pensó que estaría con sus hijos, tras entrar al cuarto de Cecilia Benita pudo observarlas juntas, por un segundo la niña despertó y vio a su mamá que la abrazaba fuertemente.

Cecilia Benita: Mamita, estas aquí, tenía muchas ganas de verte.

Valentina: y yo a ti.

Cecilia Benita: te quedas conmigo hasta que me duerma por favor.

Valentina: que te parece si me quedo a dormir contigo toda la noche?

Cecilia Benita: de veras?

Valentina: si, ahora mi vida, cierra tus ojitos que yo me quedaré velando tú sueño.

José Miguel pudo ver el gran amor que Valentina sentía por su hija, Valentina no se dio cuenta que él las observaba, prefirió retirarse silenciosamente y conversar con ella en otro momento, estaba bien y eso era lo que le importaba.

Al día siguiente José Miguel asombrado vio a sus hijos desayunando con Valentina más tarde de lo esperado.

José Miguel: Buenos días!

José Federico: hola papito.

Cecilia Benita: hola papito!

José Miguel beso a sus pequeños mientras que Valentina prefirió pararse de la mesa e ignorarlo.

Valentina: Iluminada puedes armar los luch de los niños por favor.

José Federico: pero mamita nos dijiste que no iríamos a la escuela.

Valentina: si mi vida, exactamente no irán, pero los dos saldrán de día de campo con su abuela y Guillermo.

Cecilia Benita: en serio? Que padre.

Valentina: si, en un rato vendrán a recogerlos , yo debo resolver unos pendientes así que los alcanzaré después.

Jose Miguel: estás loca? Como vas a dejarlos faltar al kínder? Tienen clases y apenas empieza el año escolar.

Valentina: tú lo has dicho el año escolar acaba de empezar, por eso hoy mismo buscaré una mejor escuela.

José Miguel: ya están en una y privada por cierto.

Valentina:  lo sé, pero no voy a dejarlos en un lugar en donde no se sienten bien, verdad mis amores?

Cecilia Benita: eres la mejor mamita, yo no quiero volver a ese horrible lugar.

José Federico: yo tampoco.

Valentina: entonces nos vemos en un rato.

Valentina abrazó a sus hijos y se salió deprisa; José Miguel la siguió aterrado por su extraña decisión.

José Miguel: Valentina, espera, por Dios!

Valentina: que quieres?

José Miguel: necesito que me expliques porque tomas una decisión sin consultarme? Soy el padre.

Valentina: si! Claro que lo eres, pero viendo que poco te importa que estén bien, preferí no tener en cuenta tu opinión.

José Miguel: que? Son mis hijos y los amo, no puedes siquiera dudar de que me preocupo por ellos. ¿, que pretendes?

Valentina: No voy a darte ninguna explicación.

José Miguel: a dónde vas?

Valentina: tengo que hacer algo.

Martina llegó muy sonriente a la escuela y para su sorpresa no vio a los hijos de José Miguel ni a Isabella, la reunión programada estaba por empezar sólo faltaba Valentina.