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La melodía era hermosa, el pequeño casi juraba que colores salían de aquel sonido y danzaban suavemente por toda la habitación. Sonrió y comenzó a balancearse de atrás hacia adelante, pero de pronto la melodía paro. Miró a su padre pero este ya no se encontraba junto a él, observó al frente pero aquel piano ya no estaba, todo a su alrededor se volvió oscuridad y sintió miedo, escuchó un pequeño siseo y miró con horror como el piano estaba en llamas y serpientes se acercaban a él, Jimin trató de correr pero estaba rodeado por ellas. De pronto todo se detuvo, no se escuchaba nada, ahora solo se observaba a si mismo cubierto de sangre, comenzó a llorar y negó con la cabeza. Esto no podía ser real se repetía mentalmente. Sintió que lo tomaron de los hombros y trato de zafarse como pudiera.

— ¡Jimin despierta! — Gritó el mayor sacudiendolo.

El menor abrió los ojos y observó todo el entorno, estaba en la habitación blanca, no había sangre, no había serpientes, no había absolutamente nada, sólo se encontraba el doctor frente a él con un rostro preocupado.

— ¿Qué sucedió? Estás llorando Jimin — Habló el mayor limpiando las lágrimas que caían en descontrol.

Jimin sólo se aferró al pecho de mayor y comenzó a llorar, sorbía su nariz de vez en cuando y sollozos escapaban de su boca.

— No me dejes, no me dejes, el... él va a matarme, no te vayas, por favor — Susurró el menor reforzando su agarre a la camiseta del mayor.

Yoongi no pudo hacer otra cosa más que abrazarlo y tratar de tranquilizarlo, ahora no podía preguntarle nada, estaba en un estado de pánico, era peligroso.

Se quedaron abrazados por un par de minutos hasta que Yoongi sintió como la respiración del menor se iba calmando poco a poco, lo soltó y le miró, sus ojos estaban rojizos y se veía una pequeña hinchazón, sonrió y le retiró las pequeñas lágrimas que tenía. Se levantó y al instante fue jalado hacia abajo, Jimin no lo soltaba.

— Jimin tranquilo, no me iré, solo tengo que darte el medicamento — Dijo el mayor tomando las manos contrarias.

— N-No, y-yo no quiero que te v-vayas — Trató de hablar pero era difícil a causa del hipo.

Yoongi sonrió ante la faceta que Jimin estaba mostrando, parecía un pequeño niño preocupado cuando ve a su madre alejarse un momento. Lo tomó de la mano y lo guió hasta el taburete que había junto. Sacó las patillas de su bata y sirvió un vaso con agua.

— Dime pequeño ¿ya habías tomado pastillas? — Preguntó el mayor.

— Sí, pero... bueno si — Respondió.

Yoongi rió por la respuesta, a pesar de estar algo confundido le extendió la pastilla y el menor la metió a su boca, le pasó el vaso con agua y lo aceptó, bebió todo el líquido y sonrió.

— Bien, ¿quieres ir a algún lado? — Preguntó.

— Quiero ir a la piscina — Habló.

El mayor asintió y después de un "regreso por ti" desapareció dejando al menor en el cuarto. Espero estático unos minutos hasta que ya no escucho más las pisadas, se acercó a su cama y de abajo sacó una caja de cartón, la abrió y se sacó la pastilla de la boca, la había escondido debajo de su lengua. La colocó en la caja, en un pequeño frasco y lo devolvió a la caja, miro algunos papeles que se encontraban ahí y sonrió con nostalgia. Cerró la caja y volvió a esconderla debajo de la cama. Se levantó, acomodo las sabanas y se sentó en el suelo, tarareaba una canción y movía su cabeza de un lado a otro.

— Él no puede saber, todos lo verán caer, mi tesoro guardado esta, él no sabrá la verdad — Cantaba mientras esperaba a que el mayor llegara.

‡ ʆuɳɑtic Aรyʆuɱ ‡  Where stories live. Discover now