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El medico se encontraba acostado, miraba el techo pensando en todo lo que estaba ocurriendo, sin duda en el tiempo que llevaba de carrera nunca se había topado con un caso así, mucho menos un paciente que cada vez más lo estaba volviendo loco.

Miro el reloj que estaba en la pared. Las 5:00 a.m. El mismo estaba sorprendido, no había podido dormir en toda la noche por ese "incidente".

Un ruido en su ventana le hizo pegar un brinco, miro en su dirección y salió de la comodidad de su cama para ver que había sido eso. La abrió y miro el jardín trasero, la brisa lo golpeo y se abrazó a sí mismo para tratar de que el calor corporal no se fuera, el jardín estaba vacío, o eso pensaba ya que una pequeña silueta paso dejando a Yoongi estático.

Quizás es el velador. Pensó el médico.

Iba a cerrar la cama y a comenzar a alistarse cuando un canto le detuvo, volvió a mirar al patio y gracias a la poca luz del ocaso pudo distinguir la cabellera rubia que tanta confusión le estaba causando. Lo observo detenidamente, estaba vestido con ropa blanca, desde la playera hasta los pantalones, lo curioso es que no tenía calzado, estaba sentado en el pasto mirando hacia alguna dirección, cantaba y una dulce melodía se hacía presente.

A pesar de solo tararearla se escuchaba meramente hermosa.

El medico se perdió totalmente en él, no sabía si era porque los rayos del sol acariciaban dulcemente el rostro del pequeño, no sabía si era porque él no había podido dormir bien, tampoco le importaba si estaba mal y por un momento creyó que Jimin era la persona más hermosa que hubiese visto jamás.

Se perdió en aquella cabellera rubia, aquel perfil que lo hacía parecer un ángel, aquella melodiosa voz que emitía cuando abrió sus labios, aquellos labios que ya había saboreado y que sería capaz de volver a comerlos. Miro sus ojos, aquellos ojos que tenían el color del cielo pero que reflejaban un infierno dentro de ellos.

No sabe cuánto tiempo paso admirando al menor hasta que unos golpes en la puerta lo sacaron de su burbuja, reacciono y miro la puerta, suspiro y miro de nuevo a Jimin pero este ya no se encontraba ahí. Se extrañó y decidió olvidar eso.

Llego a la puerta y la abrió dejando ver a aquel moreno carismático llamado Namjoon.

— Hola dormilón, vamos a desayunar — Hablo alegre mientras ingresaba al cuarto.

— Ja, si supieras que no dormí nada — Comento sonriendo.

— ¿Enserio? Que raro – Le dijo – Insomnio... ¿Algo que te haya mantenido despierto? — Preguntó.

— Ahh si supieras — Suspiro — Vayamos a comer, muero de hambre.

— Está bien te espero 5 minutos en lo que te cambias — Dijo finalmente antes de salir.

El medico se vistió lo más rápido que pudo y salió encontrándose con el moreno retrancado en la pared, este sonrió y ambos salieron rumbo al comedor.

— Bien, cuéntame — Hablo el más alto mirando a Yoongi.

— ¿Contarte qué? — Pregunto extrañado.

— ¿Cómo te va con Park?

— Mm no sabría decirte — Contesto rascando su nuca — Es diferente a los pacientes que he tratado.

— Oh ya veo, bueno espero dures más que los demás, me caes bien, sería una pena que te fueras — Hablo sonriendo mostrando aquellos hoyuelos.

— Tú también me agradas — Dijo soltando una risa.

Al llegar se sentaron y como se volvió costumbre, Yoongi solo bebió café, siguieron platicando de cosas triviales, una vez terminaron salieron para hacer sus respectivas actividades.

‡ ʆuɳɑtic Aรyʆuɱ ‡  Onde as histórias ganham vida. Descobre agora