Epílogo

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Todo estaba en llamas, el fuego comenzaba a extenderse, seguían algunos gritos provenientes dentro del edificio pero no se podía hacer nada.

Taehyung sostuvo a Jungkook con fuerza pues este cayó al suelo repentinamente. Observo a varias personas ahí y mordió sus labios con frustración al observar a SeokJin y Namjoon afuera, ellos no merecían vivir, por lo menos uno de ellos no.

Comenzaba a escuchar a los lejos el ruido de sirenas, esperaba que alguien hubiese notado el incendio y mandaran ayuda. Observo a su alrededor y había pacientes observando el fuego, otros comenzaban a caminar lejos y otros se escondían detrás de los árboles.

Miro a Jungkook y este parecía en trance, le acarició el cabello y sintió una presión en su pecho ¿y si ya no lo recordaba?  Apretó sus labios y suspiro, esa era una posibilidad.

— Doctor Kim — Habló una voz a sus espaldas.

Tae volteo y observo a la castaña —  ¿Hyuna? ¿Que pasa?  — Preguntó.

— Gracias por ayudarnos, a todos, me hubiese gustado agradecer al doctor Min pero no se pudo, espero cuide muy bien de conejito, de mi hermano, tengo una última cosa que hacer así que me voy, espero encontrarnos en una próxima vida — Sonrió y comenzó a avanzar hacia el bosque.

Taehyung no entendió y quiso detenerla pero no podía dejar a Jungkook, simplemente observo la cabellera castaña hasta que esta desapareció.

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Periódico de Inglaterra

Ayer aproximadamente a las 02 horas de la mañana la institución mental para asesinos Lunatic Asylum ardió en llamas.

Se desconoce la causa del fuego, mucha piensan que fue un accidente y otros tantos que fue provocado, las autoridades están haciendo las investigaciones correspondientes.

Se piensa que alrededor de 1000 pacientes murieron dentro de el edificio pues solo se tiene la cifra de 33 sobrevivientes entre ellos personal y pacientes.

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2 años después

La  pobre mujer dio un suspiro cansado y negó con la cabeza, froto con vehemencia sus cienes y se levantó, camino rumbo al jardín y con voz cansada grito.

— ¡Jungkook! Te he dicho mil veces que uses tus zapatos, puedes lastimar tus pies.

El azabache se detuvo y se dio media vuelta, ladeo la cabeza y avanzó con lentitud hacia la mujer.

— Lo siento, pero no me siento cómodo con eso señora — Respondió Jungkook.

Una cabellera rubia salió detrás de unos árboles y llegó corriendo hacia donde estaban los presentes.

— Jungkook deja de correr tan rápido — Mencionó el Rubio jadeando en busca de aire.

Los tres presentes entraron a la casa y después de asegurarse de que el azabache estuviese seguro, ambos tomaron asiento en el comedor.

— Parece que fue ayer ¿no? — Mencionó la mujer viendo al menor.

— ¿el que? — Respondió el Rubio mirando al azabache.

— Que Jungkook llegó, ahora sale más, socializa más, esta mejor que antes aunque siga siendo necio — Mencionó la mujer sonriendo.

El Rubio sonrió nostálgico — No se que haría sin él, a pesar de que no me recuerda del todo peleare por que recuerde nuestro amor — Mencionó.

— ¿Sabes algo de Hyuna?— Pregunto la mujer.

— No, desde aquel día no se nada de ella, después de encontrarla en el hospital creo que fue usted la última en verla, desapareció, como todos... Yo realmente quería que volvieras con tu hijo señora Park, quería volverlos a reunir — Susurro con tristeza.

La mujer sonrió — No pasa nada Taehyung, yo se que ahora está en un lugar muy hermoso con la persona que más ama, aunque no lo haya conocido estoy segura de que Jimin es feliz con el, sí no lo fuera, quizás hubiese salido con vida — Respondió.

— Si existiese otra vida, desearía que todos fueran felices — Mencionó el rubio.

La mujer sonrió nuevamente y acarició sus cabellos, todos la habían pasado mal, todos sufrieron pero al menos ya todo había acabado, todo fue destruido por un infierno rojo, devorado totalmente, liberando años de dolor y sufrimiento.



Fin






‡ ʆuɳɑtic Aรyʆuɱ ‡  Où les histoires vivent. Découvrez maintenant