Ludwig [born to be free]

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Encuentra la oscuridad
en el vacío del cosmos y jamás salgas de allí,
las mentes están al borde de la blasfemia,
los espejos se rompen
destrozando almas y antiguos pensamientos
reflejados en las nubes,
los techos sobre todos caen
aplastando a las muertas flores,
dejando ver las marchitas y lúgubres luces
que no permiten observar las estrellas.
Con puñados de maldiciones,
y mentiras entre dientes
buscamos a las sombras,
llora el invierno
porque todo atisbo de pasado ha sido borrado.
Caminas queriendo encontrar sentido
a cada paso,
pero el tiempo se vuelve insensible,
te conviertes en un juego
y todos creerán saber por lo que estás pasando
mientras sueñan con castillos y girasoles,
el mar grita en gris,
quién podrá salvarlo.
Ganas olvido; olvido porque cada sentimiento lo es,
los fantasmas desean perseguir,
las barreras se lo impiden.
Aprecias a las aves antes que sean convertidas
en una ilusión
que arrastran cantos desplomados
y promesas perdidas,
sus alas caen hacia las ruinas
sin embargo vuelan sin propósito alguno
riendo de los sollozos;
quienes no pertenecen al sol
y cargan con las guerras
oliendo a colores muertos
son vistos por pocos.
Durante las noches se oyen lágrimas salpicar
arruinando el retrato de la juventud hecha vida,
sin aceptar la inmortalidad.
Nada escapa, los amaneceres pasan constantemente
amenazando con desaparecer algún día,
siendo el caos que construye al paraíso.
El viento choca contra las canciones del silencio,
puedes oírlas,
rompen contra las olas destruyendo todo lo que han creado,
el cielo se deshace en tus manos
y sientes miedo,
los árboles guían sus vidas
hacia paredes pintadas de azul
abrazando a letras que se manchan de tinta
y pieles que se desgarran junto al océano,
jamás hablan, saben escuchar.
El aire ahoga, emociones que se quedaron
en el pasado te apuñalan
y las llamas consumen lo poco
que ha sido libertad, no existencia.
Siguen pasando, borrándose de todo
para ser alguna que otra herida más
hecha de polvo e inseguridad.
Mirando de frente al humo en el que mueres,
llorando los poemas, los monstruos,
los violines y pianos
sintiendo que crecer detrás de máscaras de cristal
por las que se aprecia la verdad
se vuelve un crimen,
esto sigue siendo tu único motivo para no ser feliz
Los meses y estaciones se vuelven domingos eternos,
sin rostros ni pasiones.
Ignoras a la lluvia cayendo sobre los sueños rotos
toda razón es ignorada,
la primavera no podrá decir el porqué
puede valer la pena ser invisible
en las calles de gigantes
con su andar tan libre y cercano a la luna,
a pesar de eso no escuchan a la soledad llamar
hay tanto ruido en sus pobres mentes.

Broken PeopleWhere stories live. Discover now