Dáire [the truth runs like free souls]

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Recuerdas los momentos que conducen al mismo lugar una y otra vez,
la muerte se acerca mientras vela
por su juventud amarga, navega entre sensaciones azules acercándose a gaviotas que se parecen a la libertad.
Ellas también siguen atadas a su existencia,
en sus alas florecen las profundidades.
Tienen mucho que perder,
tienes mucho que perder al ver como el viento carcome sus cuerpos lentamente.

Hay tantos pensamientos que podrías compartir,
pero no simpatizas con la primavera
y por un momento estás allí para luego desaparecer.
Puedes entender a quienes siempre se van
pero no a incomprensibles palabras
que han sido borradas
mientras te condenaban a vivir en una constante pelea con las paredes del mundo que puede ser tuyo y luego de un arrugado poema
que podría parecerse al mar y la arena,
pertenece a las ánimas de tormentas
que viajan
hacia un lugar que la vista no puede alcanzar;
las lágrimas siempre intentan romper todo lo que tocan,
hay grietas por las que caen,
no saben arreglar seres cuyos vacíos no están suficientemente llenos de estrellas
y letras que ni en la eternidad
han de poder ser escritas
porque se convierten en las ideas de alguien más,
al igual que los sueños
se forman como huracanes
hablando mediante
colores,
ardiendo en un paraíso fúnebre
que no puedes conocer
ni tampoco nadie más.

Los fantasmas nunca tocan el suelo.
El mundo se vuelve intrascendente
las flores están marchitas;
están atadas al tiempo como marionetas desganadas
y el sol no se permite gritar
mas se observa solitario
junto a su inmortalidad latente.
La luna llora porque sus sentimientos son falsos,
al verano le concierne adueñarse de las jaulas
para crear una reconfortante mentira
la cual apuñala por la espalda.
Hay fríos en los que no se puede confiar.
Frías las venas de los meses,
fríos los corazones de las estaciones.
Frío cada momento que puede volverse violento en tu mente. No puedes regresar a lo que no fuiste.

Solamente es posible apreciar la vida
que con un parpadeo llama al precipicio
de existir;
y no naces.
Jamás creciste aferrándote a la juventud.
Pero siempre mueres, día a día.
Y con débiles pasos mezclándose en la lluvia
no callas,
sigues a las nubes pero ellas renacen siendo algún que otro fénix irreconocible,
las miradas temerosas de los mismos viejos nombres pertenecientes a nuevos rostros pacíficos,
repetimos los errores en nuestras mentes
pero hemos perdido toda razón.
La noche ha vuelto, el amanecer clama ser la obra de arte que no conocemos a pesar de hablar con el reflejo de un futuro sin relojes
sin embargo nada se ve.

Insensibles, inseguros.
Invisibles cuando notamos que siempre fuimos los temerarios monstruos
cuando las sombras se ocultaban
bajo una luz que el día no comprende.

Cómo mantenerse viviendo
si repudiada se siente la melancolía,
los astros muestran esas cadenas que no liberan,
no entiendes lo de ser libre.

De polvo las realidades,
de polvo la imaginación.

Todo se vuelve frágil,
no agoniza.
Solamente hace falta ausencia para ser ruinas.

Ignora las máscaras que yacen frente a tumbas
no puedes oír el espectáculo de las penas
si la verdad corre en las venas
de aquella parte que el cielo robó.

Broken PeopleWhere stories live. Discover now