22: Confrontaciones incómodas

193K 12.1K 4.6K
                                    

No pude responderle porque escuché pasos en el pasillo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

No pude responderle porque escuché pasos en el pasillo. Le lancé a Kem una mirada de pánico. No sabía si sería mi mamá o papá quien estaría caminando por ahí. Los pasos eran pesados y algo lentos, por lo que deduje que era mi padre. Me aferré a las sábanas esperando que no tocara mi puerta, pero escuché a mi lado un quejido y los ladridos de Kiwi se hicieron presentes, resonando en la tranquila habitación. Kem al instante reaccionó levantándose y corriendo hacia Kiwi, lo levantó en sus brazos y salió con él al balcón para refugiarse ahí.

La puerta de mi habitación fue tocada con fuertes golpes. Me sobresalté ante ese sonido.

—¿Ruby? —preguntó papá detrás de la puerta. Su voz sonaba ronca por recién haberse despertado, supuse—. He escuchado ladridos de perro, ¿qué es...?

—¿Papá? —respondí con voz ronca, fingiendo confusión, como si me hubiera despertado—. Debe ser del vecino.

Hubo una pausa.

—Sí, bueno, sigue descansando.

Segundos después escuché sus pasos alejarse por el pasillo de vuelta a su habitación. Solté una respiración profunda, aliviada que no hubiera sido mamá, porque ella sí hubiera registrado mi habitación; desde el baño hasta debajo de la cama y eso hubiera sido muy catastrófico. La ropa que Kem se había sacado anoche estaba regada por el suelo en el mismo lugar que él la había dejado caer. Incluso sus zapatillas y calcetines estaban esparcidos cerca de la puerta.

Volteé y vi a Kem en el balcón junto a Kiwi, le hice una seña para que entrara de nuevo. Kem acarició a Kiwi y luego lo dejó en la cama. Al parecer sólo había sido un berrinche de Kiwi ladrar. Usualmente no me pasaba aquello y era porque mis padres se levantaban más temprano que yo para ir a trabajar.

—Creo que quiere pasear —anunció Kem levantando su ropa—. Iré con él al parque. ¿Quieres venir?

Sonreí.

—Sí, vamos.

Antes que Kem subiera a su habitación, me besó largo y lento, disfrutando de mis labios tanto yo como de los suyos.

Luego de haber ido al parque y haber paseado con Kiwi y Kem por horas, regresamos al edificio con nuestro plan de ir por separado a nuestros apartamentos. Nada de escalar por las escaleras de emergencias.

Cuando pasamos el vestíbulo, los padres de Kem bajaban las escaleras agarrados de la mano. Miré a Kem con horror, él hizo una mueca y me pasó la correa de Kiwi.

Los padres de Kem nos vieron juntos y sonrieron, su madre al ver al cachorro frunció el ceño.

—¿Es tuyo? —Me preguntó la señora sin siquiera saludarme y con el rostro fruncido. No quería hacerlo, pero tampoco podía delatarme, negué con la cabeza. La señora frunció aún más el ceño—. ¿Entonces por qué lo traes?

El chico de arriba #1 | EN FÍSICODonde viven las historias. Descúbrelo ahora