51: Nada de chicos

129K 10.4K 1.5K
                                    

La fiesta fue épica

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

La fiesta fue épica.

Tanto así que aún la recordaba luego de una semana. Mientras metía la última caja de mis cosas al auto de Allan, recordaba lo increíble que lo había pasado en casa de Henry la semana pasada. El no haber ido al baile de graduación lo compensaba con la fiesta.

No vi a Amber ni a Kylan en toda la fiesta. Ni siquiera a Kem.

Pude relajarme y disfrutar de mis amigos mientras hacíamos karaoke y cantábamos como nunca.

El beso que Allan y yo habíamos compartido había sido muy incómodo. Los dos estábamos borrachos, pero no nos justificábamos. Así que al día siguiente de la fiesta, lo busqué y le pedí perdón.

Luego de eso las cosas entre nosotros cambiaron. Era incómodo estar en el mismo espacio y ese momento estaba a punto de ocurrir.

Antes de entrar al auto de Allan, quien me esperaba, abracé con fuerza a mis padres.

—Los voy a extrañar —murmuré con voz ronca por las lágrimas no derramadas. Podía sentir a mamá llorando y eso me partía el alma—. Nos veremos pronto, la semana que viene podrán visitarme.

—No quiero que te vayas —lloró mamá—. Voy a extrañarte mucho, cariño.

Sonreí, ya sintiendo lágrimas caer de mis ojos. No quería hacer esta despedida más larga porque también sería dolorosa.

—Hablaremos todos los días —dije para hacerla sentir mejor. Mamá negó, haciendo que me alejara para mirarlos.

—Quiero que hagas tus cosas y no pienses mucho en nosotros. —Sonrío—. Pero no hagas desastres, ¿me oyes? Quiero reportes de ti cada semana o cada tres días. Y por favor, no te olvides de comer.

Me reí sintiéndome menos triste.

—Nunca olvidaría eso, mamá.

La abracé una última vez antes de abrazar a papá.

—Pórtate bien, mi niña —dijo en mi oído mientras acariciaba mi cabello—. Te voy a extrañar mucho.

Me alejé de ellos luego de otro fuerte abrazo y entré al auto de Allan. La parte de atrás de su camioneta estaba repleta de cajas con mis cosas. Debie ya estaba instalada en nuestro nuevo departamento y sólo faltaba yo.

Estaba feliz de comenzar esta nueva etapa en la universidad. Las clases comenzaban en otoño y faltaban tres meses para aquello. Tenía tiempo de sobra para unas vacaciones mientras me acomodaba en mi nuevo hogar junto a Debie, quien sería mi compañera de vivienda.

Gracias a mis padres pudimos conseguir un departamento más moderno, grande y central. Ellos ayudaron a la búsqueda de un departamento y también a pagarlo. Ese acto me demostró que en serio me apoyaban y querían lo mejor para mí.

—Ruby —dijo Allan sacándome de mis pensamientos. Lo miré unos segundos. Podía sentir de nuevo la tensión entre nosotros. Él arranco su auto mientras yo miraba al frente.

El chico de arriba #1 | EN FÍSICODonde viven las historias. Descúbrelo ahora