El error (Kaisoo)

Capítulo 19

Hacerlo sobre el escritorio en aquella oficina donde Jongin trabaja había sido una aventura y un recuerdo que no iba a poder borrar jamás.

Sentado sobre el escritorio, aferrado con sus manos a la madera firme, Jongin lo miró con ojos abiertos, que se oscurecieron en deseo tan rápido como la sorpresa inicial desapareció.

Kyungsoo se mordió el labio, nervioso y excitado por igual, mientras Jongin daba pasos lentos en su dirección, desabotonando los botones de su camisa.

- Qué se supone que haces... así?

- ¿No te gusta? – Jongin gruñó, se inclinó sobre su cuerpo, aprisionándolo entre sus brazos

- La verdad... me encanta – Lo tomó de la cintura y lo acercó al borde del escritorio, metiéndose entre las piernas del menor, Kyungsoo aprovechó de rodearlo con las piernas – Jongin casi gimió al tocar su boca – Habías planeado esto?

- No... no exactamente – El mayor tomó su boca desesperadamente pidiendo su permiso para entrar, ambos juntaron sus lenguas, Kyungsoo tuvo que aferrarse a la camisa del moreno mientras lentamente tocaba la piel que quedaba descubierta, cuando se separaron ambos estaban con la respiración agitada y con los ojos nublados, Kyungsoo estaba muy seguro que de no estar apoyado sobre el escritorio las piernas le temblarían – Pero me alegra haberlo hecho

- No más que a mi – Jongin no tardó en atacar nuevamente mientras sus manos recorrían desde los muslos descubiertos del menor, apretando esa piel suave y tersa, subiendo lentamente hasta sus caderas, apretando su trasero, amasándolo con fuerza hasta hacer chocar sus erecciones. Kyungsoo gimió ante el contacto tan salvaje y sensual que Jongin tenía con él, jadeó cuando esa boca tan experimentada bajo por su cuello, dedicando largos segundos sabiendo que quedarían marcas.

Jongin bajó, tomando con su lengua los pezones rosados del menor, dedicándose a chuparlos y jalarlos entre sus dientes, sin dejar de recorrer su cuerpo.

Al fin...

Kyungsoo solo podía pensar en que eso es lo que había estado esperando, después de todo Luhan había tenido razón, y mientras ambos se desnudaban, desesperados por aumentar el contacto y el placer de tener sus cuerpos chocando uno contra el otro, Kyungsoo era consciente de cuan ansioso se había vuelto por el moreno.

Era demasiado intenso.

Jongin de pie se encargaba de tomarlo de las caderas mientras se unía a él. Era delicioso y no pudo pensar en nada más que las ganas que tenía de correrse gritando el nombre de su esposo, y por supuesto que lo hizo, después de ser invadido, de recibirlo dentro suyo y de que se sintiera completamente lleno por el miembro grueso y duro de Jongin mientras este lo embestía como solo él podía hacer, fue incapaz de contenerse por más tiempo, se dejó arrastrar por el fuerte orgasmo mientras el moreno se corría dentro de él, la respiración de ambos estaba mezclada, agitada, con sus frentes sudorosas y completamente despeinados.

Eran un desastre, pero uno relajado, cansado y excitado.

- No lo puedo creer... - Gimió cuando el moreno se separó de él, saliendo de su interior. Jongin alzó una ceja mientras sacaba unas toallitas de papel para limpiarlo, aunque antes de poder hacerlo se quedó mirando a su esposo, sobre su escritorio y con esa perfecta imagen justo después de haberle hecho el amor, definitivamente no iba a poder mirar de la misma forma ese lugar.

- Ha sido la mejor sorpresa que me has dado... – Kyungsoo se encogió un poco, Jongin estaba limpiando el desastre que había dejado sobre su vientre, el hombre tenía una mirada increíblemente profunda, mientras se encargaba de hacer su trabajo, con uno de sus dedos acarició su costado suavemente