Capítulo 24

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El dolor de cabeza le despertó, tenía una sabor amargo en la boca y aún peor que eso, sentía que había despertado después de una larga caminata por el desierto.

Su cuero pesaba y tenía dolor de espalda. Luhan definitivamente no volvería a probar el licor ni siquiera en sus chocolates favoritos. Abrió los ojos ajustándolos a la luz de la mañana, se sentó despacio sobre la suave superficie de su cama, necesitaba ir al baño o su vejiga iba a estallar y de paso necesitaba un par de aspirinas. Se quedó en la misma posición mientras miraba su habitación, extrañado por no recordar cómo había llegado ahí, ni siquiera recordaba que sus padres le hubieran armado un alboroto por llegar tarde, y completamente borracho a casa.

Al menos agradecía que fuera sábado y que él no tuviera que ir a hacer clases con semejante resaca y estado de malestar.

Sin embargo sus ojos se achicaron por que no recordaba que su habitación fuera de ese extraño color, la ventana no estaba de ese lado, la decoración era diferente..  sus ojos se abrieron enormes cuando se dio cuenta que esa no era su habitación.

Trató de concentrarse, llevando sus manos a la cabeza mientras trataba de pensar donde diablos estaba, porque ese tampoco era el cuarto de invitados de la casa de Kyungsoo y tampoco era el suyo, así... donde diablos estaba?

Luhan bajo su mirada, podía ver una camisa que no reconocía como suya y tragando la poca saliva que tenía en la boca, tragándola, se dispuso a levantar la sábana que cubría el resto de su cuarto.

Chilló cuando pudo ver sus piernas descubiertas, aunque llevaba su ropa interior, al menos creía que era la suya

Luhan quería llorar. ¿Qué diablos había pasado ayer para no saber dónde estaba?

Y qué diablos pasó con Kyungsoo y por que no estaba con él? Se supone que dij que lo cuidaría... 

Negó, tenía que salir de donde quiera que estuviera. Se levantó manejando un leve mareo y mirando alrededor de la habitación por su ropa

Nada, no había nada allí, ni uno solo de sus miserables calcetines.

- Maldición.. – Luhan no se lo podía creer, donde podría haber dejado su ropa? Continuó observando frustrado, había allí dos puertas, acercándose a una entreabierta descubrió un baño. Por las cosas que allí habían podía notar que no estaba en un hotel o algo similar, era una casa o departamento, más específicamente la de un hombre. Luhan observó el lugar, era agradable, grande y lujoso, no para llegar a algo extravagante pero era claramente algo elegante. Había un cepillo de dientes y algunas toallas bien acomodadas.

Se apresuró a buscar entre los gabinetes y repisas, sin embargo no había nada allí que le indicara quien era el dueño.

Se quedó mirándola ducha, bien podría tomar una ducha, su cuerpo se lo exigía y su cabello reclamaba por un poco de shampoo, pero no tenía ropa para cambiarse, aunque en ese momento realmente no tenía ropa más que un bóxer y camisa que no le pertenecía.

Suspiró, prefirió por lavarse la cara y enjuagarse la boca, bebió un poco del líquido para quitar la garganta seca y cuando ya estaba un poco mejor decidió salir, tal vez si tenía suerte podría encontrar algo que ponerse, tal vez su ropa aún estaba por ahí y quizás podría...

- Buenos días

Las ideas del rubio quedaron en nada cuando salió del baño para toparse de frente con el reluciente dueño del lugar. 

Debía estar en el infierno, si, eso era, se había muerto y ahora estaba en el mismo infierno pagando todos sus pecados

- Qué diablos... - Balbuceo sin poder creérselo, en sus más imposibles pesadillas imaginó tener que encontrarse ahí, con él. No había salido durante la noche para precisamente no tener que pesar en él y ahora este estaba enfrente como si nada pasara

El error (Kaisoo)Where stories live. Discover now