#4 Una larga mañana

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A la mañana siguiente Arthur despertó algo adolorido de la espalda, lentamente se incorporo notando que Barry se encontraba aún dormido a su lado, de forma suave destapo su cuerpo acercando su mano al estomago del menor. Era apenas notable, pasaba un poco desapercibido, pero al ser el velocista muy delgado se podía apreciar una leve curva en su vientre.

Dio suaves caricias en esa zona y paso a acariciar su rostro con infinita ternura terminando rosando sus labios para después depositar un beso en estos que fue correspondido al instante, al separarse se miraron a los ojos notándose la felicidad en ambos. Pero el tierno momento fue abruptamente detenido por Barry que empujo al mayor para salir disparado al baño como todas las mañanas.

Arthur llego con él levantándolo del suelo una vez termino de vaciar su estomago en el retrete, con calma le fue retirando su ropa y juntos entraron a darse un baño para bajar a desayunar con todos.

—Sabes — dijo Barry al salir de la ducha — no se si pueda soportar esto por más meses.
—Estarás bien glotoncito, no te dejare solo.

Con toda la calma que ambos quisieron se vistieron, Barry como de costumbre usaba ropa holgada, recordándole al mayor otro de los motivos por los que no se notaba su pancita, excepto cuando usaba su traje de Flash.

Al estar listos bajaron al comedor siendo los últimos en llegar sentándose en los puestos vacíos entre Clark y Diana, estando ya todos, tanto los miembros del equipo como los hijos del murciélago, Alfred coloco el desayuno en la mesa.

—Emm ¿Bruce? — pregunto Barry llamando la atención del mencionado que solo le devolvió la mirada — ¿Vamos a hablar sobre ese tema con los chicos también?
—Es preferible, pero si te incomoda podríamos decirles cuando sea más notable — contesto siendo comprensivo con el “problema”.
—No, no es eso, lo pregunto para llamar también a Wally y que lo sepa.
—Bien, llámalo.

Tras la corta platica Barry saco su celular y envió el mensaje a Wally, su no tan reciente compañero de lucha y sobrino de su mejor amiga, al terminar se dispuso a tomar algunos de los platillos frente a él. A los pocos minutos el timbre de la mansión sonó, Alfred fue quien atendió, y como muchos lo suponían se trataba del joven pelirrojo.

—Buenos días a todos — saludo Wally al entrar al comedor — hola Dick.
—Hola KF — regreso el saludo Dick volteando a ver a su hermano — hey Jay bird ¿podrías sentarte junto a Tim?
—Solo esta vez Dicky bird, pero me la deben — dijo Jay tomando su desayuno para levantarse.
—Deberías estar feliz Jason — le susurro el pelirrojo al tenerlo junto a él — ya tienes una escusa para sentarte junto a tu amorcito.
—Eres un-

Antes de que pudiera terminar la oración o querer golpear al recién llegado un carraspeo de parte de Bruce le llamo la atención, ya sabiendo que no toleraba el que iniciaran peleas durante las horas de comida, se resigno a sentarse con el tercer Robin y esperar a que iniciara la charla por la que todos se encontraban reunidos.

El desayuno paso con normalidad, después de que todos se encontraran sentados degustaron de la comida y algunos platicaron entre si. Al terminar todo fue retirado y Alfred trajo café, té y galletitas para hablar con la mayor tranquilidad que el tema les pudiera dar.

—Bien, comencemos — dijo Bruce silenciando las platicas — Barry ¿Quieres que les diga yo o le dirás tú a los chicos?

Con esa pregunta una multitud de miradas fue a parar al velocista que nervioso comenzó a jugar con la galleta en sus manos, abriendo y cerrando la boca tratando de ordenar sus palabras, hasta que se rindió soltando un suspiro cansado.

—Diles tú, será más creíble.
—Bien — dijo para voltear y ver a todos los chicos a su lado izquierdo — Barry esta embarazado.

Soltando las palabras y sabiendo que Bruce no era para nada del tipo que hiciera bromas los chicos se quedaron estupefactos, no lo creía y mucho menos lo lograban procesar ya que eso era imposible, según parece, hasta ahora. Mientras los adultos veían la reacción de asombro, y como tres de ellos se quedaban con la boca abierta, Victor comenzó a reír.

¿Somos una familia?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora