13.- En la vida real

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Los primeros días de Dean después de la operación fluyeron como un suspiro. Dean evolucionaba perfectamente, su herida sanaba casi milagrosamente y su hígado cumplía muy bien sus funciones. Los doctores estaban asombrados de la mejoría que presentaba, lo que los llevó a darle el alta una semana y media luego de la intervención; no sin antes enumerarle todas las indicaciones post operatorias necesarias y los cuidados que debía tener, tanto en la comida como en las acciones a realizar. Estaba claro que no podía esforzarse más de lo debido, ni lanzarse a la vida loca.

A pesar de todas aquellas limitaciones, y de tener que estar la mayoría del tiempo en cama, Dean volvió a casa de Cas encantado. Se sentía tan a gusto entre esos viejos muros, sintiendo a Cas cerca, preocupado en cada detalle de sus cuidados y sonriendo ante cada avance.

Cas por su parte, se sentía responsable de la comodidad de Dean, no como una obligación sino que de una manera casi paternal; cuidando incluso de su sueño. Aunque dicho sea de paso, Cas había disfrutado desde el inicio de ver Dormir a Dean, por lo que era unos de sus placeres. Observar a un Dean calmo y tranquilo, entregado al sueño profundo, sintiéndose seguro en su casa y con él, era impagable.

Cas había comenzado a notar que las emociones y sensaciones que tenía estando cerca de Dean ya no eran exclusivamente carnales; su corazón se agitaba cuando Dean reía, y sufría cuando Dean sufría. Escucharlo hablar de su familia y amigos, lo llenaba de una paz tan profunda que a veces era abrumadora.

En eso estaba una mañana, ya pasadas dos semanas y media desde la operación, momento al que ambos habían llamado el día cero, 17 días desde el día cero y Dean casi era el mismo de antes. Cas lo observaba mientras contaba una anécdota de cuando Sam era pequeño.

- Sam quería siempre experimentar de primera mano las cosas, siempre fue inteligente, ¿sabes? Todo le causaba curiosidad, todo era una aventura- Dean hablaba con orgullo y amor en su voz, Cas no podía más que mirarle asombrado de la gran persona que era.

- Pero hubo esa vez que Sam jugaba en el patio con su lupa, amaba ver los insectos con ese aparato, pasaba horas observando animalejos, en silencio. Mama iba cada tanto a verle, para encontrarlo en la misma posición que lo había dejado una hora atrás, observando como una colonia de hormigas recolectaba su alimento. Lo que Sam no sabía era que el sol y la lupa no son buenos compañeros- Dean rio ante el recuerdo- Estábamos en la cocina con mama, cuando Sam entro corriendo a llenar un vaso de agua, y salió corriendo al patio. Cuando nos asomamos a ver que sucedía, mama y yo nos llevamos el susto de nuestras vidas. Ahí estaba Sam parado, atónito frente al pasto seco de nuestro patio, el cual se había encendido debido al sol que la lupa había amplificado. Mama corrió al patio, y con la manguera extinguió el fuego en unos segundos. Al acercarme a Sam, este lloraba. Al preguntarle que sucedía, me dijo que por su culpa habían muerto las hormigas, y que ahora habría muchas pequeñas hormigas huérfanas. Lo abrace con ternura y le dije que no era su culpa no saber que el sol haría eso al reflejarse en la lupa. Pero Sam no se calmaba. Mama tuvo que abrazarlo y mimarlo durante varios minutos para que el llanto cesara. Desde ese día, Sam leyó sin parar, sus experimentos y conocimientos pasaron primero por la teoría, nunca más hizo algo sin haber investigado primero. Lo impresionante es que, por ese entonces, Sam solo tenía 7 años. Cuando Sam creció y me dijo que quería estudiar leyes, no fue una sorpresa, la mente de mi hermano es asombrosa y brillante, siempre lo he sabido- Dean concluyo su historia y al mirar a Cas, vio que este miraba por la ventana, con la mente puesta en otro lugar.

- ¿Que pasa Cas? Lo que sea, puedes contármelo.

Cas había estado recordando su propia infancia, no exenta de anécdotas, pero tan diferente a la que Dean relataba. Entonces comenzó a hablar de aquello que tenía guardado en el fondo de su alma, que muy pocas personas conocían a cabalidad.

A través de las nubesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora