37.- Esperanza.

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   WARNING: Imágenes sensuales dentro del texto

 Volver a Londres traía demasiadas imágenes a la mente de Dean, sexys, placenteras y hermosas que su mente recordaba con asombrosa nitidez. Habían pasado más de siete meses juntos, pero habían sido tan intensos y reveladores, que parecían una vida.

La mansión los recibió bella e imponente, alzándose en su colina. Cas sonrió a Fergus cuando éste le abrió la puerta de la camioneta en que los había ido a recoger al aeropuerto. Tanto la señora Riggs como Fergus, estaban de préstamo por los días en que Castiel ocupara la mansión. Ambos estaban muy contentos en sus nuevos trabajos, lo que no quitaba lo felices que se veían de estar con Castiel nuevamente. Dean bajó del auto, a continuación de Cas, y suspiró tomando la mano de su novio al observar el lugar que los vió enamorarse. Sam y Gabriel, miraron extasiados la construcción, impresionados por la opulencia en sus líneas.

- ¿Dijiste que perteneció a un matrimonio indio de alcurnia?- Preguntó Gabe cuando comenzaron a caminar hacia la puerta.

- Sir Dhunjibhoy y Lady Bomanji, fueron aristócratas importantes en el reino unido, amigos de la familia real. La casa permaneció cerrada veintisiete años, antes que yo la comprara. - Cas abrió la puerta principal, permitiendo que todos entraran al salón -. Mi idea siempre fue hacer de ella un hotel, pero la vida me tenía deparados otros caminos. - Cas le guiñó un ojo a Dean.

- Matt está construyendo una casa en la playa, de hecho ya casi está terminada; es hermosa- Gabriel acotó sin venir al caso, a lo que los hombres solo asintieron en silencio, mirándose entre ellos divertidos.

- ¿Papá?- Se escuchó desde la cocina, a los segundos Jack apareció en el campo de visión de los hombres, caminando a pasos largos para abrazar a su padre -. Te extrañé viejo. - Cas murmuró "Yo también hijo", luego Jack miró a Dean -. A ti también te extrañé anciano. -

- Que tal muchacho

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- Que tal muchacho. - Dean lo abrazó sonriendo -. Y que no soy anciano, pensé que ya había quedado estipulado. - Le golpeó el hombro de manera amistosa.

- Lo siento, en realidad la frase es de mi novia, supongo que sus modismos son contagiosos

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- Lo siento, en realidad la frase es de mi novia, supongo que sus modismos son contagiosos. - Jack se encogió de hombros. Sam y Gabriel miraban el intercambio en silencio, de pie a un lado; hasta que Jack reparó en ellos -. A ver a ver- Dijo el joven golpeando su mentón con el dedo índice -. Tú debes ser mi tío Gabriel, siempre comiendo golosinas- Dijo abrazando a Gabe.

A través de las nubesOù les histoires vivent. Découvrez maintenant