24.-El momento de la verdad, ahora o nunca

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"Cas ha venido conmigo porque estamos...juntos, Cas es mi novio"

Las palabras quedaron suspendidas en el denso silencio que se apoderó de la sala, Dean se sintió como un actor que al decir sus primeras líneas al teatro lleno, este se tornara vacío, devolviéndole el eco de sus palabras. Sintió miedo, angustia, desazón. Apretó fuerte la mano de Cas, quien lo miraba asustado, sintiendo que en cualquier momento le daría una crisis de pánico. Fue en ese momento, que Jodie se acercó a él y abrazándolo fuerte le hizo saber que tenía su completo apoyo.

- Soy feliz de que seas feliz, hijo- Dijo Jodie mirándole a los ojos, mientras se secaba una lágrima con disimulo. Se quedó de pie al lado de los muchachos, esperando la reacción de los demás.

De pronto se escuchó la voz de Jess, quien se movía despacio hacia los chicos.

- Me encanta saber que por fin encontraste a alguien que te comprenda y te quiera, cuñado. Te lo mereces- La mujer llegó al lado de Dean y depositó un suave beso en su mejilla -Además Castiel ya era miembro de la familia de antes, aunque no lo supiéramos...o no Gabe?-

Gabriel miró a Jess, quien a su vez lo miraba con un gesto de pregunta en los ojos. En ese instante salió del trance en el que se encontraba, y caminó hacia el centro de la sala, no sin antes darle una mirada a Bobby y Sam. El primero bebía de su vaso con una expresión difícil de descifrar en sus rostro, sus ojos entrecerrados registraban todo lo que acontecía, pero no hacía ni siquiera el amago de participar. En cambio Sam se veía...rayos! Sam era un poema. Gabriel conocía muy bien a su amigo, por lo que sabía que la declaración de su hermano había calado hondo en él, más que nada por toda la historia que traía a su memoria, historia en la que él personalmente también era participante. Supo que debía ir a auxiliarlo para ayudarlo a salir del shock, pero primero, lo primero.

- Hermanito- Dijo Gabe al llegar donde estaban todos -Debí suponer que algo te traías entre manos, espera...sí lo hice...jejejeje...pero no pensé que serían capaces de gritarlo a los cuatro vientos- Dicho esto se acercó a Castiel y lo abrazó con fuerza, alegrándose genuinamente por su hermano. Si alguien merecía ser feliz, amado y respetado, ese era su hermano Castiel quien desde siempre había tenido un alma noble, de aquellas personas que hacían el bien sin mirar a quien. Gabriel había estado siempre orgulloso de su hermano, pero ahora su pecho se inflaba al ver cómo el siempre compuesto, correcto y tradicional Castiel, sujetaba firmemente la mano de Dean, demostrandole al mundo que le valía madre lo que pensaran. Castiel miró a Gabriel con una sonrisa en el rostro, que mostraba alivio en la reacción de su hermano.

- ¡Gracias!- Dijo Cas -Esperaba tu comprensión hermano-

- Por supuesto hermanito. Siento no haber reaccionado antes, me pillaste de sorpresa con tu confesión, no pensé que lo harían hoy, en frente de todos- Gabriel se encogió de hombros, intentando expresarle así a Cas su asombro - Han sido muy valientes, los dos- Con esta frase Gabe le habló a Dean, que le miró con ojos anhelantes.

- Gracias Gabe- Dijo Dean, extendiendo la mano. Gabriel miró su mano, pero pasando de ella, lo atrapó en un abrazo, que tomó desprevenido a Dean, pero que al cabo de unos segundos, respondió con el mismo entusiasmo.

- Tranquilo Dean-o, ahora más que nunca, somos familia- Se giró a mirar a Jess quien le guiñó un ojo -Cuidarás de mi hermanito, ¿Verdad?-

- Hey, yo no necesito que me cuiden. Soy un hombre adulto, recuerdenlo, por favor- Castiel hablaba con un tono firme, pero sus ojos mostraban diversión. Le sonrió a Dean, quien le devolvió la sonrisa, mirándole a los ojos.

- ¡Wow! Chicos, ¿Cómo han podido mantener esas miradas a raya? ¡Son lo más cursi que he visto en mi vida!- Gabe los miró meneando la cabeza de lado a lado, negando divertido. En ese instante, se dió cuenta que Sam, estaba de pie cerca de ellos, con la vista en el piso, debatiéndose entre ir a su encuentro o no. Dean siguió su mirada y vió a Sam con mucha tristeza. Entonces, Gabe supo que debía hacer algo, Sam solo estaba confundido, además Dean no se merecía su desprecio. En el momento que comenzó a caminar, se dió cuenta que Jess lo observaba, atenta a sus movimientos. Esa mujer era tan vivaz y astuta, que a veces lo intimidaba.

A través de las nubesWhere stories live. Discover now